"El futuro de la farmacia pasa por implantar verdaderos servicios profesionales"

Gema García comenzó su profesión hace 19 años al frente de la oficina de herencia familiar. La botica pertenecía a su abuela y actualmente la regenta en copropiedad junto a su hermana. “Lo más bonito de trabajar en la oficina es poder solucionar los problemas de salud del cliente. Suele ser muy recompensante porque la gente es muy agradecida y por eso ya merece la pena todo”. La antigua botica está situada en Alcolea de Calatrava a escasos veinte minutos de Ciudad Real. Los vecinos están encantados con la atención de las dos jóvenes farmacéuticas, que desarrollan su trabajo con gran entusiasmo y entrega. La farmacia rural presenta unas peculiaridades concretas, que nos cuenta Gema García. “La farmacia castellano-manchega tiene un ratio de población bajo y no hay excesivas diferencias. Sin embargo, un aspecto que define nuestra labor son las guardias, ya que se trata de una provincia muy extensa y con una orografía muy complicada en algunas zonas”.

A pesar del valor añadido que representa la farmacia y del aporte en términos económicos que ejerce en el sistema de salud pública, Gema advierte de los continuos retos que afectan al modelo de farmacia. “Nuestra profesión está siempre en tela de juicio y existen constantes amenazas sobre el cambio de modelo, sin embargo, se trata de uno de los mejores de Europa, ya que ofrece un alto nivel de servicio para la sociedad y una cobertura sanitaria que comprende el 99% de la población”. A pesar de que la tendencia sigue siendo vender más medicamentos que otro tipo de servicios, Gema advierte de la necesidad de diversificar la atención. “El futuro pasa por una farmacia asistencial que esté centrada en el paciente y que ofrezca una amplia cartera de servicios profesionales, como el seguimiento  farmacoterapéutico, SPD, deshabituación tabáquica, etc.”.

Considera, igualmente, que estos servicios deben ir de la mano de una buena formación y de un consejo profesional ya que “pueden solucionar muchos problemas de los clientes que, aunque pueden ser clasificados como menores, para ellos son importantes. En nuestra farmacia dichos servicios representan una proporción menor con respecto a la venta de medicamentos, no obstante, estamos apostando fuerte por la dermofarmacia”.

No duda en que deben de estar siempre remunerados, por ejemplo, a través del establecimiento de convenios de colaboración entre la administración y los COF. Es el caso del seguimiento farmacoterapéutico, los SPD en crónicos polimedicados, la deshabituación tabáquica, etc. “No debemos plantear de manera separada la sostenibilidad de la farmacia respecto del resto del sistema sanitario. Los farmacéuticos somos un eslabón más del sistema sanitario. Pero es necesario que contemos con los recursos económicos adecuados que nos permitan desempeñar nuestra labor profesional”.

La incidencia de los recortes en sanidad ha sido muy perjudicial para la farmacia. “Cualquier reforma encaminada a disminuir el coste siempre empieza por lo más fácil que somos nosotros porque todo el gasto está controlado. Hay otros costes del sistema sanitario que están peor controlados y que su control beneficiaría al sostenimiento del sistema”. Sin embargo, Gema identifica el impago como la peor de las medidas. “Nada es comparable a un impago porque afecta a tu familia, a tus trabajadores, incluso a tu salud. En nuestra comunidad tuvimos seis meses de impago, y, desde enero de 2014, cobramos puntualmente”. No obstante y ante esta situación compleja, nuestra protagonista confía en la fuerza del sistema para hacer frente a los cambios. “El futuro de la farmacia pasa por implantar verdaderos servicios profesionales, atención farmacéutica y seguimiento, SPD, etc. Y en lograr atraer la colaboración del resto de profesionales sanitarios”.