Expertos analizan si realmente existe la Depresión Post-vacacional

El retorno a la actividad laboral llega en ocasiones acompañado de algunos cuadros anímicos y sintomatologías que permiten hablar a los expertos de un síndrome nuevo que, afortunadamente, puede ser combatido con deporte, vida sana, actitud positiva y satisfacción por el trabajo a realizar.

02/09/2016

Este viernes, 2 de septiembre, el director comercial en Lee Hecht Harrison, división del Grupo Adecco, Orestes Wensel, despejó algunos mitos sobre el llamado Síndrome Postvacacional, también conocido como estrés o depresión postvacacional. Se refirió al mismo como a un tipo de cuadro anímico que cursa con ansiedad, trastornos del ...

Este viernes, 2 de septiembre, el director comercial en Lee Hecht Harrison, división del Grupo Adecco, Orestes Wensel, despejó algunos mitos sobre el llamado Síndrome Postvacacional, también conocido como estrés o depresión postvacacional. Se refirió al mismo como a un tipo de cuadro anímico que cursa con ansiedad, trastornos del sueño, tristeza, pérdida de energía, nerviosismo, etc., que suele afectar al 33% de la población empleada. Según precisó, no debería ser considerado una enfermedad propiamente dicha sino, más bien, el efecto de la presión emocional en la readaptación a las tareas laborales después de un período vacacional. No se puede considerar como una enfermedad, sino como un proceso adaptativo a la vida laboral después de las vacaciones que, para algunas personas, puede resultar difícil. Dicha readaptación después del parón estival incluye cambios de horarios, de obligaciones y de estilo de vida en su conjunto. Como es sabido, para la mayoría de los trabajadores la vuelta al trabajo no supone ningún trastorno, sino una deseable vuelta a la normalidad, no ocurriendo así en otras personas, que incluso pueden llegar a sufrir dolor de cabeza y sensación de malestar. En opinión de Wensell, el problema viene dado por dos factores: la frustración que genera dejar las actividades satisfactorias del tiempo libre y la necesidad de entrar en el terreno de las obligaciones de actividades productivas que no siempre son gratas. Por ello aventuró que entre el 70 y el 75% de los casos la causa de este tipo de estrés es de naturaleza psicológica y motivacional.

Abundó en la línea anterior la psicóloga clínica Carla Rodríguez, quien recalcó la dimensión subjetiva de este tipo de depresión, a veces debida a malos ambientes de trabajo o a la falta de una buena percepción de su actividad por parte de la persona afectada. Cuando las actividades a realizar son ingratas o no dan pie a un sentimiento de realización personal. En ese momento pueden surgir los dos extremos del problema que, sin ser de raíz patológica, sí pueden dar lugar a determinadas sintomatologías. En uno de los extremos está la ansiedad y el estrés, y el otro el sentimiento depresivo y la falta de energía personal para sobrellevar con sentido positivo su actividad. En algunos casos, la presión de la vuelta al trabajo llega a ocasionar verdaderos cuadros de estrés agudo con todas las manifestaciones emocionales, del comportamiento y físicas que lo caracterizan: malestar, ansiedad, depresión, disminución del rendimiento, palpitaciones, sudoración, aumento de las frecuencias respiratoria y cardíaca, temblores, cambios de humor, etc. Estos signos y síntomas de estrés se dan con mayor frecuencia en las mujeres. Si estos cambios adaptativos se perpetúan más allá de unos días, puede aparecer un verdadero síndrome de ansiedad generalizada o un llamado estrés crónico que hace aconsejable consultar con un especialista. Según criterios internacionales, el síndrome postvacacional nunca debe superar los 3 meses desde el incio de la vuelta altrabajo, circunstancia que explica que casi ningún caso precise la intervención de médicos o psicólogos.

En cualquier caso, siempre resulta adecuado seguir las siguientes pautas:

Empezar de manera gradual con la intensidad del trabajo y con las tareas más gratificantes

Avivar las relaciones sociales y familiares.

Dormir adecuadamente (alrededor de las 8 horas)

Mantener horarios regulares

Y saber desconectar cuando termina la jornada laboral

Otro factor esencial es, como recordó el coordinador de proyectos de Saludando, Antonio López, contar con los efectos beneficiosos del deporte. Esto consiste en practicar ejercicio moderado preferiblemente a diario. Seleccionar aquellas actividades que podemos llevar a cabo, y delegar aquellas para las que no estamos tan preparados. Mantener una actitud realista y proactiva, sin sopesar una y otra vez, de manera repetitiva y poco productiva, todas las alternativas a las cuestiones planteadas. Plantear los problemas laborales del modo más simple y esencial posible, prescindiendo de los detalles y sopesando la esencia para encontrar las soluciones. Halagar el trabajo bien hecho de las personas a nuestro alrededor y corregir las conductas inapropiadas o negativas en cuanto surjan de modo sutil pero firme.

Y como concluyó el experto en actividad física Antonio López, practicar deporte cumpliendo retos bajo la regla de las tres "Pes": Paciencia, Perseverancia y Prudencia.

Autor: IM Farmacias
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