La farmacia castellanomanchega ha atravesado unos años durísimos. En el año 2011 pasaron por una situación insostenible con el retraso en el pago de la factura farmacéutica, juntándose seis meses. Y aunque la situación ya se ha superado, quedan secuelas.
En Castilla-La Mancha hay 2.756 colegiados, de los cuales 383 pertenecen a Guadalajara. La situación en la región es que la farmacia rural no avanza y la que es pequeña retrocede, en parte por todas las medidas de contención aplicadas sobre el sector desde hace años, y en parte por ...
En Castilla-La Mancha hay 2.756 colegiados, de los cuales 383 pertenecen a Guadalajara. La situación en la región es que la farmacia rural no avanza y la que es pequeña retrocede, en parte por todas las medidas de contención aplicadas sobre el sector desde hace años, y en parte por la despoblación del medio rural. La farmacia urbana, también afectada por todas las medidas, cuenta con una población más estable, lo que le permite hacer frente a la situación con algo más de optimismo.
Tal y como nos explica Ignacio José Romeo Granados, presidente del COF Guadalajara, “ahora mismo nos encontramos en un periodo de máxima colaboración con la administración sanitaria regional: hemos puesto en marcha la red de farmacias centinela de CLM, acabamos de implantar el tope de copago farmacéutico, lo que ha supuesto esfuerzos de inversión, formación y sobrecarga de trabajo a las 1.271 farmacias de la región. Está previsto avanzar en la interoperabilidad de la receta electrónica nacional, con lo que tendremos que seguir actualizando nuestros equipos informáticos y formándonos en las nuevas tecnologías. En definitiva, a pesar de los problemas empresariales, la farmacia sigue al pie del cañón, colaborando activamente en la mejora del servicio a la población”.
Desde el COF señalan que la farmacia sigue teniendo como meta una integración mayor en el sistema sanitario, con todo lo que esto conlleva: acceso a datos clínicos básicos del paciente, colaboración multidisciplinar con médicos, enfermeros, trabajadores sociales y demás profesionales. “Es verdad que estamos avanzando mucho en llevar la farmacia hacia una vertiente más asistencial, pero seguimos esperando que alguna administración sanitaria se decida a dar un paso adelante y apueste de verdad por la farmacia. Estamos demostrando que se puede contar con la red de farmacias para mejorar la atención farmacéutica a la población”.
Futuro
En opinión de Romeo, el futuro a corto y medio plazo para la farmacia es seguir como está, con crecimientos pequeños o nulos. En cuanto a la remuneración de servicios, asegura que es lo normal en cualquier actividad. “Lo importante es ofrecer servicios de utilidad para el paciente, que la relación coste- beneficio sea adecuada y que tengamos la preparación necesaria para que estos servicios sean de calidad. Si la administración se convence que podemos ofrecer servicios y hacer más sostenible el sistema sanitario, acabara pagándolos. Mientras tanto, tendremos que buscar vías alternativas de financiación. A estas alturas ya se puede decir con datos objetivos que determinados servicios ofrecidos desde la farmacia comunitaria no son solo efectivos, si no también eficientes para la sanidad pública. La farmacia, más que reinventarse, evoluciona y se adapta a las nuevas necesidades de los pacientes”.
Como retos, señala implantar definitivamente la interoperabilidad de todas las recetas electrónicas en el sistema nacional de salud, y conseguir un marco de estabilidad.
