"De la Farmacia Merino no se marcha nadie sin que se le busque lo que necesita"

Su fachada está decorada por mármol italiano. Una placa en ella recuerda que fue fundada en 1827. La Farmacia Merino es la más antigua de León. Los muebles y la anaquelería de nogal tallado de 32 columnas, los techos artesonados y los tarros antiguos presentes en su interior han sido testigos del paso del tiempo.

03/10/2016

La Farmacia Merino, la más antigua de León, fue fundada en 1827 por Gregorio Merino en un emplazamiento diferente al que tiene hoy. Su titular actual, María José Alonso, relata que después le siguieron en ella dos generaciones más: Damaso y Fernando Merino. “El primer Merino fue quien fundó la farmacia. Tenía una sucursal abierta un poco ...

La Farmacia Merino, la más antigua de León, fue fundada en 1827 por Gregorio Merino en un emplazamiento diferente al que tiene hoy. Su titular actual, María José Alonso, relata que después le siguieron en ella dos generaciones más: Damaso y Fernando Merino. “El primer Merino fue quien fundó la farmacia. Tenía una sucursal abierta un poco más abajo. No estaba localizada donde ahora, sino en la calle Mariano Domínguez Berrueta, luego la pasaron a los soportales de la catedral y de allí Fernando Merino la trasladó a este lugar, en la calle Ancha. Incluso, esta calle se llamó en su momento Fernando Merino, como la farmacia”, explica Alonso, con voz evidente de satisfacción.

Fernando Merino, al casarse con Esperanza Mateo Sagasta y Vidal, se convirtió en el primer conde de Sagasta. Fue además gobernador del Banco de España y ministro de la Gobernación. Fundó, entre otras iniciativas empresariales, la Sociedad de Productos Químicos. Tras su trágica muerte, en 1929, figuró como titular Pío Cobos del Valle. “Los Merino fabricaron las primeras pastillas que se hicieron en España para la tos. Mi padre, Francisco Alonso, adquirió la farmacia en 1934”, informa Alonso. Después pasó a ella y, como tiene una hija farmacéutica, espera que ésta la siga conservando en la familia.

A renglón seguido, Alonso admite que es muy complicado mantener una farmacia histórica como la suya, en todos los aspectos, con su anaquelería de nogal tallado de 32 columnas y con sus techos artesonados. “Cualquier cosa que hagas no es sencilla. Tienes que buscar a buenos profesionales, por ejemplo, a herreros que sepan hacerlo bien. Cambié hace poco la instalación de la luz y la dejé como estaba. Me trajeron hasta tuberías de cobre. Es todo elevado a la máxima potencia”, afirma. No obstante, lo prefiere así. Asegura que lo antiguo le gusta, que colecciona antigüedades. De hecho, ella y su marido, José María Luengo, siguen restaurando los antiguos elementos de la farmacia como una forma de mantener viva su memoria. “Entiendo que lo moderno es limpio. Si bien, me parece que no tiene cuerpo”, aclara.

¿Es factible encuadrar su farmacia en los nuevos tiempos de la farmacia con gran peso de la parafarmacia? Responde que “tiene un gran inconveniente”, que “no puedes exponer”. Lo razona: “Si meto exposiciones por el medio, me cargo la farmacia. Expongo lo que puedo. Sé que la gente compra por impulso, al ver los productos. Y aquí hay bastantes cosas escondidas. Tengo exposición de tarros antiguos y de todo. La farmacia está preciosa e impresionante”. Para compensar esa limitación de la exposición, la receta es, de acuerdo con sus palabras, “el trato, acompañado de buena atención, y los consejos farmacéuticos, recomendaciones que los clientes ven que les va bien”.

De su farmacia, asevera, “no se marcha nadie sin que se le busque lo que necesita”. Si no lo tienen, se encarga. A nadie se le dice “no hay”. Se le dice que “no lo tengo ahora, pero que se le puede pedir, buscar y tenerlo”. Para ello, las cooperativas son grandes aliadas. “Sin ellas, el servicio no podría ser tan rápido y tan ágil. La urgencia del momento te la salva siempre el almacén”, manifiesta. Sus clientes son de toda la vida; también de paso, por estar al lado de la catedral, y gente que busca algo especial. Igualmente, entra mucho turista a admirar la historia que desprende. Alonso comenta que trabajan líneas muy específicas y que a la farmacia acuden expresamente muchos clientes. “Nos hemos especializado en laboratorio, en fórmulas magistrales, en homeopatía, en plantas, en cosas naturales. Lo nuestro es de consejo totalmente”, declara.

Autor: IM Farmacias
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