Spirit Skin-Bar: una nueva experiencia

Hace menos de dos años vimos como la Farmacia Azca potenciaba la parafarmacia poniéndola en un local diferente. Ahora, ha ampliado el espacio de ésta y la ha transformado en un Spirit Skin-Bar.

06/10/2016

Un gran toldo negro invita a entrar en la Farmacia Azca, en calle Orense 12 (Madrid), tanto en su farmacia como en su parafarmacia, una enfrente de la otra y separadas por un pasadizo comercial interior. En él, llama la atención que la parafarmacia se llama Spirit Skin-Bar, evidenciando que allí se ...

Un gran toldo negro invita a entrar en la Farmacia Azca, en calle Orense 12 (Madrid), tanto en su farmacia como en su parafarmacia, una enfrente de la otra y separadas por un pasadizo comercial interior. En él, llama la atención que la parafarmacia se llama Spirit Skin-Bar, evidenciando que allí se vivirá, más bien se saboreará, una experiencia de compra. Ésta nace de la fusión de una farmacia, un bar y un centro dermatológico & nutricional. Una banda rosa en el toldo indica algunos de los servicios que se ofrecen: facial, corporal, nutrición, capilar y tratamientos en cabina.

Manuel Rodríguezfarmacéutico y copropietario, señala que el sector está evolucionando de una manera rápida y que la demanda del consumidor apunta a algo más que la dispensación, sin dejarla de lado. Asegura que “otros canales no tienen la profesionalidad y la garantía del sector farmacéutico”; por lo que la parafarmacia debería ser, en parte, “la evolución del selectivo de cosmética, donde la farmacia tiene una gran oportunidad”. “Es un mix que se aproxima, pero que de alguna manera nos hace creer en nuestras posibilidades”, manifiesta. Laura Granadosfarmacéutica responsable de Bienestar, explica que la han llamado Spirit Skin-Bar porque lo que quieren comunicar es que ahí se disfruta de una “nueva experiencia”. Declara que es “la conjugación de un modelo de la farmacia, de la cosmética, de un centro dermatológico y de un centro nutricional”. Continúa: “Con una zona de exposición para ver los productos, otra zona donde puedes probarlos, y una zona donde sentirse relajado y compartir la experiencia con otras personas. Es probar y tratar con los productos”.

La interacción entre la farmacia y la parafarmacia es muy dinámica. Las cristaleras de ambas integran al pasadizo comercial interior, que, en vez de separar las dos áreas, las une. En la parafarmacia, hay unos 110 metros cuadrados en la planta de abajo y 55 en la de arriba. En la farmacia, hay 80 de atención al público y otros 90 en laboratorio y logística. Se juntan casi con 350 metros cuadrados en total. Según Granados, se tiene una actitud diferente cuando se entra en la parafarmacia que cuando se entra en la farmacia. “Aquí, en la parafarmacia, se entra con una sensación de disfrutar. Sin olvidar que somos farmacéuticos. Aquí sabes que el consejo que vas a recibir es profesional”, expresa. De la misma manera, hay una especialista para cada caso, para entregar el mejor consejo posible.

Por otro lado, Rodríguez mantiene que han “desestimado el ‘low cost’ como futurible”. Es decir, “todo es a base de valor añadido y de calidad”. Defiende que es algo que la profesión farmacéutica debe ejercer. Granados matiza que pretenden que el cliente/paciente dé valor al valor añadido de la recomendación. ¿Qué es lo que más aceptación está teniendo? Responde que gran parte del público que acude es gente que venía de otros canales, de cosmética, de la peluquería o de nutrición. Considera que acuden al Spirit Skin-Bar “buscando un consejo menos mercantilista y más profesional, buscando productos efectivos, buscando algo diferente”.

Autor: IM Farmacias
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