El "Informe Cabezón" pide más transparencia a la industria farmacéutica para poder evaluar la calidad y el coste-efectividad del fármaco

La eurodiputada socialista Soledad Cabezón advirtió de la necesidad de una nueva directiva sobre transparencia de los procedimientos de fijación de precios y los sistemas de reembolso, como así se recoge en las propuestas contenidas en el informe que presentó en la sede de la OMC.

14/10/2016

La eurodiputada Soledad Cabezón, miembro del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo (S&D), presentó el pasado jueves en la sede de la OMC, acompañada de su presidente, Dr. Juan José Rodríguez Sendín, un informe sobre “El acceso a los medicamentos en la Unión ...

La eurodiputada Soledad Cabezón, miembro del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo (S&D), presentó el pasado jueves en la sede de la OMC, acompañada de su presidente, Dr. Juan José Rodríguez Sendín, un informe sobre “El acceso a los medicamentos en la Unión Europea”, tras haberlo hecho el día anterior en la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria de la Eurocámara (ENVI).

Cabezón avanzó las principales líneas y los objetivos de su documento en el que se hace un llamamiento a la necesaria transparencia por parte de la industria farmacéutica para poder evaluar la calidad y el coste-efectividad del fármaco. Con él se persigue, además, dotar a los Estados miembros de las herramientas necesarias que mejoren el poder de negociación con la industria farmacéutica. Todo ello, como indicó la eurodiputada, debería quedar englobado en una nueva Directiva europea sobre transparencia de los procedimientos de fijación de precios y los sistemas de reembolso.  

Cabezón inició su exposición reconociendo que la industria farmacéutica española es una de las más competitivas de Europa, con un retorno del 20 % de la inversión, genera 800.000 puestos de trabajo y genera un movimiento de 200 billones de euros al año. Asimismo, recordó que, en la actualidad, un 20% total del gasto sanitario se destina a los fármacos y alertó del riesgo de sostenibilidad de los sistemas sanitarios, a medida que siga aumentando el gasto farmacéutico, así como al acceso de los medicamentos, que considera un derecho fundamental a la salud. Es por ello que apeló a un mayor acercamiento entre la industria farmacéutica y las necesidades de los pacientes.

En el informe presentado por la eurodiputada socialista se subraya la necesidad de incrementar la competencia en calidad de los medicamentos y de que las prioridades de su investigación se orienten en función no de los beneficios que puedan obtenerse sino de las necesidades de los pacientes. Se advierte además del progresivo encarecimiento de los fármacos, del incremento de la escasez de los medicamentos esenciales y de la poca conexión entre necesidades clínicas e investigación. También se alude a la rigidez de las normas que regulan las patentes y a las restricciones presupuestarias.

El documento presentado por Cabezón ofrece una revisión a la situación actual del mercado farmacéutico, destacando que la transparencia de los costes de desarrollo y de los ensayos clínicos es esencial para establecer un precio justo. En lo relativo a la propiedad intelectual e I+D+i, se advierte que la mayor parte de los medicamentos no se consideran innovación sino “réplicas o perpetuaciones de productos que se autorizan mediante ampliaciones complementarias de patentes”.

La mejora de la competitividad, la adecuada fijación de precios y transparencia, la necesaria cooperación de los Estados miembros en la materia son otros de los aspectos que también quedan reflejados en el informe.

Al respecto, como señaló Soledad Cabezón, “los Estados miembros negocian de forma desproporcionada y desequilibrada con la industria farmacéutica, ante lo cual se precisa un marco europeo que dote de la fuerza suficiente a los Estados miembros para negociar con la industria e impedir que pongan en jaque, en cualquier momento, a un sistema sanitario, simplemente con el tema del abastecimiento de fármacos, por poner un ejemplo”.

“Apelamos -como indicó la eurodiputada socialista, en este sentido,- a la creación de una Agencia Europea de Evaluación de tecnologías sanitarias que vele por la calidad de los productos sanitarios, y en concreto de los medicamentos, que distinga entre lo que es innovación y lo que no, así como a establecer una clasificación en función de lo que ese producto aporta a la sociedad”. 

Autor: IM Farmacias
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