Los investigadores proporcionan datos indicativos de que el sistema inmunitario desempeña un papel fundamental en la salud mental tras descubrir que fármacos que reducen la inflamación en una serie de enfermedades autoinmunitarias podrían tratar también la depresión.
La inflamación es el resultado de la respuesta del sistema inmunitario a una lesión o infección. Las células inmunitarias liberan proteínas proinflamatorias, como las citocinas, que ayudan a luchar contra los patógenos. Sin embargo, la respuesta inflamatoria no siempre es buena. A veces, el sistema inmunitario pone en marcha un ...
La inflamación es el resultado de la respuesta del sistema inmunitario a una lesión o infección. Las células inmunitarias liberan proteínas proinflamatorias, como las citocinas, que ayudan a luchar contra los patógenos. Sin embargo, la respuesta inflamatoria no siempre es buena. A veces, el sistema inmunitario pone en marcha un ataque contra células y tejidos sanos causando así enfermedades como el Crohn, la artritis reumatoide y la psoriasis.
Existen datos que sugieren que el sistema inmunitario y la inflamación desempeñan un papel importante en la salud mental también. Un estudio del 2014 liderado por el doctor Khandaker demostró que los niños con concentración elevada de citocinas y otros “marcadores inflamatorios” presentaban un riesgo superior de depresión y psicosis.
El presente estudio realizó un metanálisis de 20 estudios clínicos que analizaban los efectos de los anticuerpos monoclonales anticitocina y de los inhibidores de la citocina en más de 5 000 pacientes con enfermedades antoinmunitarias.
“Aproximadamente una tercera parte de los pacientes con resistencia a los antidepresivos muestran datos indicativos de inflamación”, afirma el doctor Khandaker. “Por lo tanto, los tratamientos antiinflamatorios podrían funcionar en un amplio abanico de pacientes que sufren de depresión”, concluye el mismo.
