¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.
Laura Prior forma parte de una extensa familia de farmacéuticos. Desde que su bisabuelo abriera la primera botica en 1901, muchos han sido los que han seguido con la tradición familiar. “Yo heredé la farmacia de mi padre, que estaba ubicada en Logroño. Sus más de 40 años de experiencia, ...
Laura Prior forma parte de una extensa familia de farmacéuticos. Desde que su bisabuelo abriera la primera botica en 1901, muchos han sido los que han seguido con la tradición familiar. “Yo heredé la farmacia de mi padre, que estaba ubicada en Logroño. Sus más de 40 años de experiencia, me dejaron el mejor legado: el amor por mi profesión”.
Laura pertenece a una nueva generación de jóvenes farmacéuticos bien formados y muy competitivos. Con más de 12 años al frente de la farmacia familiar, también ha cursado estudios de Nutrición Humana y Dietética. “Hoy es fundamental que el farmacéutico posea un perfil profesional heterogéneo. Después de un tiempo trabajando detrás del mostrador, me di cuenta que muchas de las consultas estaban relacionadas con la salud nutricional, por eso decidí especializarme en este campo. A partir de entonces, este servicio ha supuesto una oportunidad para fidelizar pacientes y para ser más competitivos en el entorno farmacéutico”.
Con una amplia oferta de productos, la farmacia Prior cuenta con un equipo de profesionales expertos que atienden a un paciente con perfil variado. “A nuestra farmacia acuden, desde personas polimedicadas con receta médica, hasta clientes jóvenes que demandan productos de dermofarmacia, fitoterapia, complementos alimenticios, etc. El hecho de que la farmacia sea urbana, explica la diversidad de medicamentos y patologías que atendemos diariamente”.
Preguntada por lo que más le satisface de su profesión, Laura no duda en contestar: “ayudar a los pacientes mediante el consejo farmacéutico-sanitario y, así, contribuir a mejorar su calidad de vida”. Considera que el modelo de farmacia mediterráneo no ha experimentado grandes cambios en los últimos años, no así la actividad farmacéutica dentro de las oficinas. “Los recortes originados por los reales decretos, el sistema de precios, etc., han multiplicado las tareas que debe realizar el farmacéutico, teniendo que dedicar mucho tiempo a la labor empresarial y de gestión de stocks. Este hecho no ayuda a que el farmacéutico se centre en su principal labor, que es la sanitaria”.
No obstante, considera que el futuro de la farmacia está asegurado, siempre y cuando el Estado y la sociedad consideren a la farmacia como un verdadero establecimiento sanitario. “La farmacia actual se ha tenido que reinventar. Las continuas bajadas de precio provocan que sea muy difícil sacar adelante la botica únicamente con la dispensación de recetas. De ahí la necesidad de que nos especialicemos y, así podamos demostrar al cliente que dicha especialización es un factor diferencial y un motivo fundamental por el cual acudir a nuestro establecimiento”.
Para que la farmacia sea sostenible a largo plazo, Laura apunta dos soluciones. Contar con un stock de productos de calidad, y acompañarlo de un asesoramiento eficaz, además de invertir en la implantación de los diferentes servicios complementarios. En cuanto a las medidas que han afectado a las farmacias de La Rioja, los impagos y el retraso en el cobro farmacéutico se dibujan como los principales problemas. “No obstante, hemos contado con la colaboración de la cooperativa farmacéutica riojana que ha implementado acciones para dar soporte a las farmacias que viven una situación compleja”.
Por último, una de las claves de futuro es la formación del farmacéutico. “La salud y la ciencia están en continuo avance. Por tanto, tenemos la responsabilidad ética y social de mantenernos al día en el área de la salud, especialmente en el consejo farmacoterapéutico”.
