¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.
Con una larga trayectoria profesional, Luis Sanz regenta, hoy en día, su propia farmacia en Roa. Pero muchas son las travesías que ha vivido este joven farmacéutico. Conocido por todos los vecinos del pequeño municipio burgalés, Luis comenzó su carrera profesional en una pequeña botica de Pesquera de Duero. Después ...
Con una larga trayectoria profesional, Luis Sanz regenta, hoy en día, su propia farmacia en Roa. Pero muchas son las travesías que ha vivido este joven farmacéutico. Conocido por todos los vecinos del pequeño municipio burgalés, Luis comenzó su carrera profesional en una pequeña botica de Pesquera de Duero. Después de 2 años en la farmacia, ejerció como farmacéutico en un hospital de Londres.
Tras una breve estancia en La India gracias a la Fundación Vicente Ferrer, finalmente se convirtió en el boticario de Roa. Hoy en día se ha convertido en una figura esencial en el municipio. “Mis conciudadanos acuden a mí, no sólo por cuestiones relacionadas con la salud, sino también para darles consejo y escucharles. Se trata, fundamentalmente, de pacientes crónicos y polimedicados. En este sentido, una herramienta de gran ayuda han sido los SPDs, ya que han potenciado la adherencia al tratamiento”.
La farmacia rural está evolucionando hacia dos frentes. Uno positivo, hacia una mayor especialización con la incorporación de las nuevas tecnologías, como la receta electrónica, que han contribuido a agilizar la labor que realiza el farmacéutico, y otro negativo, puesto que plantea el progresivo envejecimiento de la población, lo cual representa un reto de futuro que afecta de manera especial a los pequeños municipios. “Esto influye directamente en el funcionamiento de las farmacias rurales, ya que la defunción de uno de sus ciudadanos, tiene repercusiones en la facturación de la botica. Por tanto, la farmacia evoluciona, pero la vida de un farmacéutico de pueblo puede ser en ciertos momentos, algo complicada”.
A pesar de estas dificultades, Luis confía en el futuro de la farmacia rural. “Nuestra tarea es imprescindible a largo plazo, siempre y cuando se nos reconozca como parte del sistema de salud”. En este contexto, es fundamental la promoción de la salud en todos sus ámbitos, de ahí que Luis destine parte de su tiempo a impartir charlas de prevención e información destinadas a mejorar la calidad de los ciudadanos. “Dentro de nuestra labor, el consejo farmacéutico debe ser una cuestión prioritaria. En nuestra farmacia damos consejos relacionados con nutrición, dermofarmacia, higiene bucal, etc., y esto es fundamental, si queremos ser competitivos en un entorno global”.
Los problemas que más han afectado a la farmacia en los últimos años se refieren a las múltiples bajadas de medicamentos, la retirada de fármacos de la Seguridad Social y al copago farmacéutico que afecta principalmente al paciente pensionista. Pero también existen otros, como el llamado medicamento hospitalario no dispensable en farmacia comunitaria, que ha supuesto una reducción notable en la facturación de las boticas.
Para contrarrestar estas dificultades, el farmacéutico debe invertir en formación y en programas de actualización de sus conocimientos. “Somos un potencial activo en nuestras boticas a las que a diario acude mucha gente a las que ofrecemos estos conocimientos, que inciden en beneficio de su salud, y en el sostenimiento del sistema”.
