Ana María Climent es la titular de un establecimiento nacido con la democracia y que lleva la transformación y la adaptación inscritas en su ADN.
Solamente han pasado 37 años desde que la farmacia Climent abrió sus puertas al público. Un establecimiento joven, nacido con la Democracia, en un momento dinámico y de pleno cambio. El contexto pesa, y eso ha imprimido carácter en un negocio que surgió en un pequeño local de 70 metros ...
Solamente han pasado 37 años desde que la farmacia Climent abrió sus puertas al público. Un establecimiento joven, nacido con la Democracia, en un momento dinámico y de pleno cambio. El contexto pesa, y eso ha imprimido carácter en un negocio que surgió en un pequeño local de 70 metros cuadrados de alquiler en la Calle del Carmen de Mollet del Vallés y que hoy en día ha pasado por transformaciones importantes, entre ellas, el cambio de ubicación.
La farmacia Climent está formada por un equipo de ocho personas. A la cabeza se encuentra la farmacéutica Ana María Climent de Castro, titular de la farmacia y con título de técnico ortopédico. Otros tres farmacéuticos y cuatro auxiliares en farmacia completan la plantilla a cargo de un establecimiento que abre de ocho de la mañana a nueve de la noche, de lunes a sábado. Se trata de una botica que lleva en su ADN la vocación de adaptación y renovación. No en vano, el pasado verano se sometió a su última transformación, esta vez con la colaboración de la empresa Inside.
Pero esta tendencia ya comenzó desde un primer momento. Tal y como recuerda Ana María Climent, “a los 15 años de su apertura realicé mi primera reforma”. Sin embargo, la iniciativa no prosperaría. La situación de arrendamiento conllevaba una serie de dificultades que hizo que la titular pensara por primera vez en trasladarse a un local propio. Estaba claro que, para crecer, había que considerar otras opciones. Así fue como, en el año 1998, y tras aprobar el Colegio de Farmacéuticos el traslado de la farmacia a un nuevo local, Ana María abrió, en una calle cercana a la ubicación original, la que sería su nueva botica y tercera instalación.
“En el año 2015 tuve la oportunidad de comprar el local contiguo a mi farmacia, ya que tras las absorciones bancarias de los últimos años había quedado vacío”, explica Climent. Es entonces cuando se comienza a proyectar una nueva reforma que significará un profundo cambio en la concepción del negocio: “La actual farmacia pasó de tener 120 metros cuadrados a 285 metros cuadrados. Al principio tenía la impresión de que sería grandísima, pero realmente al final se ocupa todo, y gracias a su distribución, ayudó al diseño de zonas especializadas”, recuerda la propietaria.
Secciones diferenciadas
Así, ese momento significó la división del local por categorías, algo que ayuda a que el proceso de venta sea más ágil y cómodo, tanto para el cliente como para el vendedor. La empresa Inside, especialista en mobiliario técnico para farmacias ha tenido un papel protagonista en la reforma, que se basa en un diseño de Wollfan Mayer. Además de la diferenciación de espacios, el establecimiento cuenta ahora con dos salas especializadas. “Una para las consultas de Ortopedia, en la que estoy especializada, y otra para la atención personalizada en servicio farmacéutico. Las ventas de la farmacia, lógicamente, han aumentado pues es bien sabido que la gente disfruta cuando se encuentra en lugares bien ambientados y nuevos”, detalla Climent. (…)
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