El 40% de los productos que se venden para el cuidado del cabello son para luchar contra su caída

En general, las personas dan mucha importancia a su cabello y se preocupan si éste empieza a perderse o si cada vez está más fino. El farmacéutico es un gran aliado a la hora de luchar contra su caída y de ofrecer consejos para evitarla.

16/11/2016

En unidades, según datos de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), el 40% de los productos que se venden para el cuidado del cabello son para luchar contra su caída. Las personas que la sufren, cada vez más buscan la recomendación del dermatólogo, del farmacéutico, del experto, para ...

En unidades, según datos de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), el 40% de los productos que se venden para el cuidado del cabello son para luchar contra su caída. Las personas que la sufren, cada vez más buscan la recomendación del dermatólogo, del farmacéutico, del experto, para cuidar el cabello. Cristina Serrano, dermatóloga experta del Instituto Dercos, establece que la genética puede influir a distintos tipos de alopecia. “Se hereda el número de folículos, se hereda el número de pelos, se hereda el grosor”, indica.

La alopecia es la pérdida de cabello que no es capaz de volverse a regenerar. Es el término científico que define su caída patológica. La más frecuente es la alopecia androgenética, que está ligada al patrimonio genético de cada individuo –componente hereditario– y a un origen hormonal. La testosterona es su responsable. Serrano sostiene que “se hereda efectivamente la predisposición de los receptores de los andrógenos, de las hormonas masculinas, más o menos sensibilidad de esos pelos, para tener la alopecia androgenética”. El Observatorio de la Alopecia describe que, a partir de la pubertad, el aflujo de hormonas masculinas –andrógenas– tiende a atrofiar lentamente el folículo piloso. Esto supone, con el paso del tiempo, que se acorta la vida del cabello. Aquí, es muy importante el diagnóstico temprano con su adecuado tratamiento. El hombre es quién más la padece: un 25% a los 25 años y hasta un 50% a los 50. Las sienes y la coronilla son las zonas más afectadas.

Pero, la mujer tampoco se libra. El efluvio telógeno se manifiesta por una caída difusa que afecta todas las zonas del cuero cabelludo. En su inicio, un número excesivo de cabellos pasa a la fase de caída al mismo tiempo. Puede deberse al estrés, a carencias alimentarias importantes, a tratamientos médicos, a variaciones hormonales o a cambios de estación. Cuando alguien se encuentra bajo situaciones estresantes o de mucha presión, su cabello padece las consecuencias debido a una serie de reacciones que se producen en el organismo. La práctica deportiva es sinónimo de liberación de endorfinas y de eliminación de las tensiones acumuladas durante todo el día, por lo que es muy beneficiosa.

Tal y como afirma la dermatóloga Elena González Guerra, como experta del Instituto Dercos, el estilo de vida influye en la caída del cabello. “Este correr constante, que nos hace a veces comer mal, no alimentarnos de forma adecuada. Creemos que estamos bien alimentados, pero igual los nutrientes no son los adecuados para nuestro pelo. Podemos tener deficiencias en hierro o en algunos minerales, que sí son fundamentales para esta salud de nuestro cabello. Y por supuesto, el estrés, que influye en la caída de nuestro pelo. De hecho, se sabe, y así se ha comprobado científicamente, que cuando existe estrés, las glándulas suprarrenales, que están encima del riñón, segregan corticoides en mayor cantidad y estos glucocorticoides en la sangre van a hacer que nuestro pelo también caiga. Aun así, también hay otras hormonas que influyen”, manifiesta.

Otros tipos de alopecia comunes son la areata y la localizada o farmacológica. Se desconoce la causa de la areata. De origen auto-inmune; se caracteriza por un ataque dirigido a una o varias zonas, dejando áreas sin cabello de menor o mayor tamaño: por lesiones redondas con despoblación del pelo –alopecia areata parcial–, perdida en toda la cabeza –alopecia areata total– y en todo el cuerpo –universal–.

Por su parte, la localizada o farmacológica se da principalmente en pacientes sometidos por diferentes patologías a ciertos fármacos, como los habituales contra el cáncer. Suele ser reversible cuando se suspende la medicación. (…)

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Autor: IM Farmacias
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