¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.
Maje Gil comenzó a ejercer como farmacéutica hace casi 20 años. Desde su oficina de farmacia en Tudela atiende a una población de más de 30 mil habitantes. Para ella es fundamental que se desarrollen los servicios profesionales farmacéuticos para dotar de mayor sostenibilidad a la farmacia. “Van a formar ...
Maje Gil comenzó a ejercer como farmacéutica hace casi 20 años. Desde su oficina de farmacia en Tudela atiende a una población de más de 30 mil habitantes. Para ella es fundamental que se desarrollen los servicios profesionales farmacéuticos para dotar de mayor sostenibilidad a la farmacia. “Van a formar parte de nuestro futuro y debemos integrarlos con naturalidad y sabiduría, por lo que es esencial una buena formación. En la carrera nos forman esencialmente en el medicamento pero cuando comienzas a trabajar y te das cuenta que las necesidades de la sociedad se dirigen también hacia otros campos, debes cualificarte para hacer frente a esta demanda”.
Por tanto, la formación de calidad y la especialización es según Gil la mejor estrategia para implantar los servicios profesionales que tan en boga están en la actualidad y que ayudan a la sostenibilidad de la farmacia. “En nuestra farmacia estamos luchando para que estos servicios se reconozcan y representen un importante porcentaje en nuestro negocio”. Esto es así –entre otros factores– debido a la diversificación del cliente que cada día presenta perfiles muy distintos. “A nosotros acuden desde mamás con bebés recién nacidos hasta el paciente adulto que busca terapias complementarias o personas mayores en busca de alguien que les escuche y atienda. Hay diversidad de demanda y, por tanto, tiene que haber diversidad de oferta”.
La evolución del modelo de farmacia ha generado nuevas estrategias de negocio –con la integración de los avances tecnológicos– y una gestión integral del negocio, siendo difícil dedicarse únicamente a la dispensación. “El modelo se ha transformado para mejor, porque nos ha obligado a abrirnos al mercado y a ofrecer otros servicios. Sin embargo, también ha provocado ciertas dificultades que están relacionadas con nuestra dilación a la hora de sentar las bases de actuación de dichos servicios. Considero que las competencias no están muy bien definidas para este momento que vivimos”.
En cuanto a las medidas estatales que se han impuesto al sector farmacéutico, Maje considera que no han servido de mucho “ya que, si bajar los medicamentos e implantar el copago sirviese de verdad a la población para salir de la crisis, estaríamos a favor, pero la realidad es muy diferente. Son medidas que han creado malestar entre la ciudadanía. Menos mal que parece que todo se está intentando equilibrar progresivamente”.
La situación de crisis no ha afectado de igual manera en todas las CCAA. En este sentido, Navarra presenta unas cualidades concretas. “Nuestra comunidad autónoma es diferente al resto de España por su casuística, por lo que el sector se ha revolucionado mucho más que en otras regiones. Esperemos que el experimento haya servido para algo. En general creo que la población tiene más farmacias a su disposición, pero que esto se ha llevado a cabo en muchas ocasiones a expensas del trabajo del farmacéutico”.
A pesar de estos problemas Maje observa el futuro lleno de grandes retos y oportunidades para crecer. “Considero que todo ello nos brinda un sinfín de posibilidades para ser mejores y optimizar nuestros recursos y capacidades. Saldremos reforzados si somos capaces de verlas a tiempo y no evitar que otros sectores se hagan con ellas”.
