"Sólo con recetas no se sostiene una farmacia"

María Asunción Gamazo lleva 33 años como farmacéutica, y en todo este tiempo ha visto evolucionar el modelo de farmacia que antes estaba centrado básicamente en la dispensación y ahora en el desarrollo de los servicios profesionales. Desde su farmacia ubicada en Urdax nos cuenta cómo ve el futuro. “Estoy convencida de que sólo con recetas no se sostiene una farmacia. El problema es que cada vez nos quitan más competencias como, por ejemplo, las vacunas, el material de cura, etc. o bien las tenemos que compartir con las grandes superficies, y esto resulta insostenible”.

Desde su oficina en un pequeño municipio de la comarca de Baztán, María Asunción atiende a una población de poco más de 400 habitantes, lo que le ha proporcionado una visión de conjunto sobre la situación actual. “La farmacia está cambiando mucho pero se está perdiendo el contacto humano y éste es un aspecto que deberíamos de cuidar, puesto que nuestra labor tiene su razón de ser como un servicio sanitario y humano al cliente”.

Los recortes han incidido especialmente en la farmacia comunitaria hasta tal punto que han sido los propios farmacéuticos los encargados de explicarle al usuario cómo funcionan medidas como, por ejemplo, el copago. “Hemos destinado muchas horas a atender todas las dudas del paciente con respecto al nuevo sistema ya que en la consulta no les proporcionaban ninguna información. Algunos usuarios se quejaban cuando venían a recoger su medicación porque pensaban que no se la querías dar, cuando no era así. Han sido muchas las dificultades a las que hemos tenido que enfrentarnos en los últimos años, pero creo que hemos salido reforzados”.

Otra de las iniciativas que también ha generado cierta expectación ha sido la introducción de la tarjeta sanitaria. “Desde su implantación, la facturación ha bajado notablemente.  Al principio se produjo una situación un poco de caos porque tenías que librar mucho tiempo para explicar al paciente cómo funcionaba, pero considero que ha sido positivo porque ahora sólo se retiran los medicamentos necesarios, y no se almacenan en casa”.

Las medidas anticrisis implantadas por la administración en Navarra no han conllevado efectos tan negativos como los impagos. “Nunca hemos tenido problemas para cobrar las recetas facturadas, se cobran según lo establecido, y sin atrasos. Pero aun así considero que los recortes se debían haber dirigido más al gasto en hospitales y a los centros de salud”.

María Asunción se despide de nosotros no sin antes reivindicar el papel que desempeñan los farmacéuticos rurales, “la labor que desarrollamos en la oficina rural requiere mucha dedicación, son muchas horas de guardia, etc. Se trata de un trabajo muy duro que a veces no está ni valorado ni recompensando”.