Los farmacéuticos alemanes temen que la posibilidad de hacer descuentos en los precios de los fármacos con receta en la venta en Internet acelere este proceso.
La sentencia de octubre del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que da su OK a los descuentos y bonificaciones en los precios de los medicamentos de venta en Internet, llevará a un nuevo recorte en el número de farmacias abiertas en Alemania. Así lo advierten los colegios profesionales y ...
La sentencia de octubre del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que da su OK a los descuentos y bonificaciones en los precios de los medicamentos de venta en Internet, llevará a un nuevo recorte en el número de farmacias abiertas en Alemania.
Así lo advierten los colegios profesionales y así lo recoge Digitalfarmadrid (COFM). De acuerdo a las últimas cifras de ABDA del mes de septiembre, el número de boticas en el país se redujo en 156 oficinas respecto al año anterior, hasta situarse en 20.093 farmacias. Se trata de una tendencia iniciada en 2008, cuando había abiertas 21.602 farmacias. En los primeros nueve meses del año, se han cerrado 145 establecimientos. La previsión de ABDA es que la red de farmacias caiga por debajo de las 20.000 el año que viene, el nivel más bajo desde la Reunificación en 1990.
A la vista de las cifras, el presidente de ABDA, Friedemann Schmidt reclama la prohibición de los descuentos en la venta de medicamentos con receta a distancia. "La feroz competencia es muy dura para las pequeñas farmacias y las farmacias rurales en la actualidad, se trata de una competencia de precios destructiva a través de una venta por correo que no tardará en poner en peligro su existencia".
El dictamen del TJUE, de 19 de octubre, contradice la normativa alemana que prohíbe los descuentos al público en la dispensación de medicamentos de prescripción. Schmidt subraya la importante función sanitaria que cumplen las farmacias pequeñas y rurales al atender guardias nocturnas y de urgencia, hacer recetas individuales, ofrecer servicios de mensajería o asesorar a los pacientes crónicos en el uso, por ejemplo, de las plumas de insulina. Todas estas actividades se encuentran ahora en peligro, en su opinión.
