El grupo profesional de las farmacias empieza 2017 con un incremento salarial del 2%, tras la infructuosa negociación habida entre la patronal y el sindicato UGT, al tiempo que se ha cerrado un año aceptablemente positivo para la estabilidad laboral en el sector.
Dentro del balance que ha hecho la asesoría Asefarma de 2016 a nivel laboral, se concluye que ha sido un año con más empleo y más contratos indefinidos en las oficinas de Farmacia. Según la opinión del departamento laboral de la firma, a cuyo frente está Eva María Illera, el ...
Dentro del balance que ha hecho la asesoría Asefarma de 2016 a nivel laboral, se concluye que ha sido un año con más empleo y más contratos indefinidos en las oficinas de Farmacia. Según la opinión del departamento laboral de la firma, a cuyo frente está Eva María Illera, el año recién concluido ha sido el del despegue del empleo en el sector, tras la estabilización operada en 2015 y la progresiva pérdida de puestos de trabajo que se había dado hasta entonces. A partir de los datos disponibles en la entidad, se sabe que cerca del 40% de las contrataciones realizadas durante 2016 tuvieron carácter indefinido, siendo un porcentaje ligeramente superior al registrado el año anterior.
Siguiendo la argumentación de Illera, el punto de inflexión necesario para la creación de empleo vino dado por la implantación de nuevas modalidades bonificadas de contratación. Esta nueva tipología se ajustó mejor que las precedentes a las necesidades concretas de incorporación de nuevos empleados a las oficinas de Farmacia por parte de sus titulares. Entre estas modalidades, el contrato en prácticas bonificado, para facultativos y técnicos, siguió demostrando el mismo dinamismo en la oferta y demanda de empleo con el que ya había debutado en 2015. En la misma línea, otros tipos como el contrato indefinido de tarifa reducida, o mínimo exento, iniciado en abril de 2015, se mantuvo vigente hasta mediados de 2016.
En referencia al contrato indefinido de apoyo a emprendedores, siguió siendo bien acogido por los poseedores de farmacias a lo largo de 2016. En palabras de Illera, este tipo de contrato ofreció a los titulares de farmacia un periodo de prueba de duración de un año, además de ciertas bonificaciones que mantuvieron su atractivo a la hora de optar por esta variedad de contratación laboral. Por otro lado, el contrato en prácticas, flexibilizó la temporalidad hasta los 2 años, momento en el que el titular de Farmacia ya puede tener elementos de juicio suficientes para saber si existe realmente un puesto potencialmente indefinido en su oficina.
Para la experta de Asefarma, la sensación de tranquilidad que ya se observara entre los titulares de Farmacia a lo largo de 2015, se incrementó durante 2016. Sin embargo, en el año recién concluido esto no se debió tanto a la puesta en marcha de nuevas ayudas a nivel laboral, como a la convicción de una estabilización real de la economía. A ello ayudó, sin duda para Illera, que no se esperen medidas públicas de ajuste en el sector en 2017.
No obstante sigue siendo motivo de consulta para los titulares de Farmacia que cuentan con los servicios de Asefarma, el cambio interpretativo que les obliga a llevar un registro de horarios de todos los trabajadores, desde mediados de 2016.
En otro orden de cosas, será necesario dejar avanzar 2017 para valorar el incremento salarial del 2% para el colectivo laboral de las farmacias, una vez que entró en vigor el periodo de ultraactividad del convenio colectivo anterior (XXIV). Esto ocurrió el pasado 31 de diciembre de 2016, cuando ni la patronal, compuesta por FEFE y Fenofar, ni el único sindicato presente en la mesa de negociación (UGT) pudieron llegar a un texto de consenso antes de finalizar el año. De esta forma, y a la espera de que a finales de enero de este año se pueda concretar un nuevo convenio, los trabajadores de las oficinas percibirán ese aumento del 2% en sus nóminas, como compensación al incremento esperado del IPC. No obstante, esta subida salarial estará sujeta a cuenta de convenio. Es decir que se retribuirá de forma condicionada al empleado. De suerte que, si las negociaciones concluyeran con un incremento salarial inferior al 2%, el titular estaría facultado para recuperar esos adelantos efectuados durante los meses en los que rija la ultraactividad. En el lado positivo, sin embargo, también podría darse la situación contraria, en la que el incremento por convenio fuera superior al 2%, quedando obligado el titular de oficina a abonar paulatinamente el diferencial correspondiente.
Pie de Foto: Eva María Illera, responsable del área laboral en la consultora farmacéutica Asefarma
