¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.
Francisco Matallana (Lanzarote) atesora una gran experiencia profesional en sus 36 años como farmacéutico, además pertenece a una de las familias más legendarias de toda Canarias. Desde que su bisabuelo fundara la primera botica en 1875, son ya casi cinco las generaciones que han continuado con la saga familiar. “Somos ...
Francisco Matallana (Lanzarote) atesora una gran experiencia profesional en sus 36 años como farmacéutico, además pertenece a una de las familias más legendarias de toda Canarias. Desde que su bisabuelo fundara la primera botica en 1875, son ya casi cinco las generaciones que han continuado con la saga familiar. “Somos cuatro generaciones de farmacéuticos (primogénitos) con el mismo nombre Francisco Matallana. Es probablemente la farmacia más antigua de Canarias que conserva la tradición familiar. Comencé con la vocación e ilusión de seguir la tradición, y de rescatar la farmacia de mis antecesores. Espero que algún día próximo tome el relevo mi hija Sigolene, farmacéutica, y 5ª generación”.
Francisco posee gran conocimiento de sector farmacéutico, y ha vivido en primera y segunda persona los cambios más importantes que se han producido en la farmacia hasta llegar a la farmacia asistencial que tenemos hoy en día. “Desde el cambio de siglo hasta la actualidad hemos tenido que hacer frente a una verdadera carrera de obstáculos para ir sorteando un continuo acoso de lobbis e instituciones que buscaban unos intereses meramente políticos y mercantiles. Esto pone en peligro el modelo mediterráneo de farmacia en la UE que ha demostrado ser el mejor servicio farmacéutico-sanitario del mundo”.
A pesar de todo y gracias al trabajo de todos los profesionales, se han conseguido grandes metas. “Esto no ha evitado que sigamos trabajando en favor de la salud del paciente, prestando servicios sanitarios y de colaboración desinteresada con la sanidad pública –como servicios de guardia, control y administración de la metadona en drogodependientes o los SPDs–, así como realizando labores de docencia –como seminarios formativos y de divulgación de las buenas prácticas de alimentación y dietética–. A ello hay que sumarle la magnífica e inapreciable labor que llevamos poniendo en práctica toda la vida con la atención farmacéutica al paciente”.
Pese a los cambios producidos en el modelo de farmacia y a la introducción de nuevos servicios, Francisco declara que la verdadera razón de ser de la farmacia sigue siendo el medicamento. “Continúa suponiendo el eje vertebrador de nuestra profesión. No obstante, la venta y el consejo especializado de los productos de parafarmacia es importantísima y con ello hacemos una gran labor asistencial complementaria al fármaco”. Esto ha permitido que la farmacia siga siendo “el espacio sanitario por excelencia para la población, que confía en nosotros para gestionar sus necesidades sanitarias y de higiene”.
En este sentido, el boticario lanzaroteño mantiene que los servicios complementarios a la dispensación son el futuro del sector. “Deberán seguir el continuo desarrollo y crecimiento, pues nos aportan no sólo mayor estabilidad económica, sino, sobre todo, mayor prestigio, y valoración por parte de la población. Será también la única forma de luchar contra las corrientes críticas, demostrando que nuestro modelo de farmacia funciona y es indispensable”.
Por último, y en referencia a la incidencia de las medidas para luchar contra la crisis en Canarias, Francisco sostiene que “los recortes –bajadas de márgenes y de precios del medicamento por decreto, etc.– han sido injustos y nefastos para la farmacia, más aún en Canarias donde el paro laboral supera el 30%”. En cuanto a la medida más dañina para el sector, “ha sido la falta y retrasos en el pago de las recetas del SOE, causa de la ruina y cierre de muchas farmacias”.
Según el experimentado boticario, las decisiones administrativas deberían haberse fundamentado en tres direcciones, todas ellas relacionadas con el medicamento. “En la promoción de una buena educación sanitaria a la población, en la adopción de medidas para el control y gasto del medicamento en atención primaria y ambulatoria y en la negociación de una buena política de precios del medicamento desde el origen, es decir, con la industria farmacéutica”.
