El COF de Málaga es uno de los más activos de la comunidad autónoma. Con un total de 1.900 colegiados, el organismo se configura como el mecanismo vertebrador y de cohesión de toda la actividad profesional. La formación cualificada y la educación sanitaria son dos de sus principales prioridades.
El cambio del perfil del cliente –que cada vez más demanda prestaciones complementarias al medicamento– y de la propia sociedad –que presenta unas características distintas de hace unas décadas–, promueve la existencia de una farmacia distinta que sea capaz de dar respuesta a las necesidades de salud actuales. “La farmacia ...
El cambio del perfil del cliente –que cada vez más demanda prestaciones complementarias al medicamento– y de la propia sociedad –que presenta unas características distintas de hace unas décadas–, promueve la existencia de una farmacia distinta que sea capaz de dar respuesta a las necesidades de salud actuales. “La farmacia debe evolucionar, porque la sociedad demanda nuevos servicios, la población cada vez es más longeva y tiene tratamientos muy variados. Esto nos insta a buscar distintas soluciones que permitan satisfacer las expectativas de nuestros pacientes”, afirma Francisco Florido, presidente del COF de Málaga.
A ello se une la demanda de nuevas atenciones desde los centros sociosanitarios, además, la presencia de una población polimedicada requiere la intervención de profesionales cualificados y preparados para dar una atención personalizada y de calidad. “Las nuevas exigencias no sólo del mercado, sino también –y en especial–de la ciudadanía, nos hacen ser más competentes y eficientes. Gracias a la formación continuada estamos preparados para ofrecer servicios profesionales con el máximo nivel de excelencia”.
Consejo farmacéutico
Francisco Florido preside el COF de Málaga desde 2014. En sus 30 años de experiencia como farmacéutico ha visto evolucionar el modelo de farmacia de forma sustancial. De manera que si bien antiguamente la dispensación era la principal labor del profesional de farmacia, actualmente ésta se debe complementar con otros servicios, sin olvidar el objetivo fundamental de la profesión: el medicamento. “La farmacia se ha transformado muchísimo, pero nunca ha perdido su esencia. Nuestra labor ha evolucionado desde la dispensación de un fármaco en perfecto estado de conservación –con la formulación magistral–, a la profundización, especialización y perfeccionamiento del consejo farmacéutico”.
En este punto, uno de los aspectos clave es la farmacovigilancia puesto que contribuye a resolver las posibles dudas que puedan surgir acerca de la manera de tomar el medicamento, y los posibles efectos secundarios. “Otra de las áreas que trabajamos es la educación sanitaria, porque forma parte de nuestra tarea diaria. De hecho, hemos comprobado que uno de cada tres usuarios que acuden a la farmacia viene buscando el consejo y no el medicamento que le había traído hasta aquí”.
Especialización
Una de las prioridades del COF de Málaga es la formación. “Entendemos que es un factor esencial en el desarrollo de nuestra profesión, y en la cualificación de los profesionales. Para ello el Colegio prevé establecer unas jornadas formativas de carácter periódico acordes a las demandas de los colegiados”. Entre las actividades de formación, la institución ofrece formación sectorial cada semana, gracias a la colaboración de empresas e instituciones, además de otras acciones como la ya consolidada formación continuada que imparte cada año Cofarán en colaboración con el COF.
La formación es una exigencia indispensable para el futuro de la farmacia. La presentación de novedades en el sector, la introducción de nuevos avances y la incorporación de las tecnologías al ejercicio profesional, instan a la actualización continua de los conocimientos. “Es importante que estemos formados, porque el sector y la ciencia están en continua evolución”.
Farmacia asistencial
La consideración de la farmacia como un centro dedicado a la salud de las personas, la prevención de enfermedades y la adopción de hábitos saludables que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, conlleva irremediablemente el desarrollo de servicios profesionales. “Hoy en día la oficina de farmacia debe entenderse no sólo como un lugar donde el paciente retira la medicación necesaria para tratar un tipo de dolencia crónica o aguda, sino que, además, representa un establecimiento sanitario y como tal se encarga de cuidar de las salud de las personas –también las sanas– que cada día se preocupan más por su bienestar”.
En este nuevo concepto de farmacia se encuentran servicios como la dermofarmacia o nutrición y muchos otros más que son derivados del incremento de la cronicidad de las enfermedades. “Los pacientes necesitan herramientas que mejoren la adherencia al tratamiento, como son los SPD. Entiendo, además, que todos los nuevos servicios que se vayan implantando en las farmacias, deben ser remunerados. Junto a ello se debe diferenciar claramente cuales son aquellos que deben estar ligados a la adquisición de los medicamentos –y, por lo tanto, a la dispensación–, y cuales son complementarios a este –y, por lo tanto, remunerados–”.
Esta situación augura un futuro prometedor para la profesión farmacéutica. El presidente del COF de Málaga se manifiesta optimista con respecto a los próximos años: “El farmacéutico es un profesional muy valorado por la población, y está evolucionando para implicarse en el sistema sanitario, avanzando en la implantación de nuevos servicios. Debemos apostar por la excelencia en todos los ámbitos relacionados con la farmacia desde la formación hasta la atención al paciente”.
