La adaptación a un modelo de farmacia mucho más asistencial donde el paciente pueda encontrar servicios relacionados con la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud, es uno de los grandes retos para el COF de Las Palmas.
Las presiones de las multinacionales sobre el sector farmacéutico y los riesgos que plantea la globalización son algunos de los principales problemas que afectan a los profesionales de farmacia. La defensa de un modelo cada vez más asistencial es según Juan Ramón Santana, presidente del COF de las Palmas, la ...
Las presiones de las multinacionales sobre el sector farmacéutico y los riesgos que plantea la globalización son algunos de los principales problemas que afectan a los profesionales de farmacia. La defensa de un modelo cada vez más asistencial es según Juan Ramón Santana, presidente del COF de las Palmas, la apuesta de futuro. “En este contexto es importante discernir entre las teorías de consumo y de mercado, y los bienes de primera necesidad donde lo que hay que incentivar es su uso racional y eficiente y no su consumo”.
La configuración de una amplia Cartera de Servicios que sean capaces de satisfacer las necesidades actuales del paciente constituye no sólo una nueva fuente de ingresos que contribuye a la sostenibilidad de la farmacia, sino, sobre todo representa una prioridad para el ciudadano que cada vez más demanda prestaciones complementarias al medicamento. “Con la implantación de estos nuevos servicios que aportan una mejora en la salud del paciente, al tiempo que ayudan a que el sistema sea más sostenible, es muy difícil que el modelo actual sea sustituido por otro comercial”.
La formación es una de las claves para el mantenimiento de los estándares de profesionalidad y para garantizar la calidad de la atención farmacéutica. La adquisición de conocimientos específicos en cada una de las áreas constituye una de las premisas esenciales para los organismos de colegiación. “Nuestra función se centra en la promoción y la defensa de los intereses de los colegiados, pero además –y de forma especial– estamos impulsando la formación continua para que nuestros colegiados puedan desarrollar sus potencialidades como profesionales de la salud, y expertos en el medicamento”.
En este sentido, el COF de Las Palmas está promocionando diversas actividades formativas relacionadas con los nuevos servicios profesionales como, por ejemplo, la implantación de los SPDs o el SFT donde han participado en proyectos promovidos por el Consejo General de Colegios Oficiales Farmacéuticos, como el Programa Consigue. “Estamos obteniendo resultados muy satisfactorios en la aplicación de estos programas. Considero que la formación es esencial en cualquier profesión, pero especialmente en la sanitaria, ya que hay un avance continuo en el conocimiento, y debemos estar preparados para desarrollar nuestro ejercicio profesional con las máxima calidad posible”.
Todos estos cambios han llevado a una transformación del modelo de farmacia, y a la incorporación de nuevas prestaciones acordes a las demandas de la sociedad. “Hoy en día tenemos que desarrollar un modelo de farmacia que no se limite únicamente a la dispensación de medicamentos, sino que ofrezca toda una serie de servicios orientados a incrementar el bienestar de la ciudadanía”.
Se ha producido un cambio importante en la configuración de la propia farmacia y, como consecuencia, en la labor desarrollada por el profesional farmacéutico. “La función social de la farmacia durante el siglo XX se centró en la accesibilidad y en la universalización del medicamento, y una vez conseguido este objetivo se está evolucionando hacia un modelo más asistencial donde no sólo se dispensan fármacos, sino que se ofrece un servicio íntegro de salud”.
En el contexto de crisis socioeconómica, y según el presidente del COF de Las Palmas, la farmacia será competitiva sólo a través de la práctica de un sistema que garantice y refuerce el papel del farmacéutico como profesional sanitario y, por tanto, asegure el futuro del sector. “Para ser competitivos debemos desarrollar nuevos servicios que sean útiles a los usuarios y que contribuyan a la sostenibilidad del SNS. Sólo así será posible la continuidad de las farmacias a largo plazo”. Para que estos servicios se establezcan de manera adecuada “es necesario que se fije una remuneración, y que estén protocolizados de tal forma que se garantice su calidad y su seguridad”.
