No son pocos los profesionales del sistema de salud británico que han manifestado su malestar por la inminente salida de la UE. ¿Mantendrá el gobierno su promesa de más financiación pública? ¿Cómo se compensará el apoyo europeo? Hoy son más las preguntas que las respuestas.
Hace cuatro meses, el Brexit daba voz a un descontento ciudadano y a una importante escisión europea. El Reino Unido marcaba un punto de no retorno al romper lazos con Europa con una decisión que supondrá un aislamiento político, económico y social. Sin un líder claro, y huérfanos de aquellos ...
Hace cuatro meses, el Brexit daba voz a un descontento ciudadano y a una importante escisión europea. El Reino Unido marcaba un punto de no retorno al romper lazos con Europa con una decisión que supondrá un aislamiento político, económico y social. Sin un líder claro, y huérfanos de aquellos que los llevaron a la ruptura, nadie parece saber cuáles son las directrices a seguir a partir de ahora, ni, sobre todo, qué es lo que este referéndum significará para las personas, empresas y organizaciones asentadas en Gran Bretaña.
EP Vantage lanzaba en octubre algunas ideas de lo que podrían ser las implicaciones del Brexit para las industrias biológicas, ahora ampliadas con un nuevo estudio en colaboración con Evaluate Pharma llamado 'Brexit: Laying out a path for UK healthcare'. Las más inmediatas podrían afectar a la financiación para universidades y empresas comerciales, algo directamente relacionado con la pérdida de capital europeo. Por supuesto, otra de las afectadas será la libre circulación de los medicamentos y la regulación del dispositivo médico fuera de los marcos europeos. Todo podría tener en cualquier caso serias implicaciones para la propiedad intelectual.
Unas cifras insuperables
Según atestigua el estudio, Reino Unido juega un papel altamente dominante en la recaudación de capital en Europa. Esto es claramente debido a que Londres ha sido y es el centro financiero del Viejo Continente, además de una potente base académica.
En los últimos cinco años, las compañías de medicamentos inglesas han superado a cualquier otro país tanto en lo que respecta a oferta pública inicial (OPI) como a financiación de riesgo. Si miramos los datos recogidos entre 2012 y hoy, las bolsas en Inglaterra habrían recaudado más de 1.100 millones de euros, una cantidad imbatible incluso para los países del Euronext / Alternext, que casi lograban mil millones, y para los suizos, que recaudaban menos de 300.
La diferencia entre el ganador y los finalistas es aún más acentuada si comparamos las cifras recaudadas por compañías médicas sencillamente en función de su país, donde Inglaterra sola casi concluiría con la misma cantidad que la suma de lo recaudado por Francia, Bélgica, Suecia e Italia. No es menos interesante observar qué sucede en el mapa europeo en cuanto a capital de riesgo. Y es que según los datos del estudio, las cifras en Reino Unido serían del doble del segundo en lista, Suiza en este caso. Las islas británicas habrían recaudado una financiación de más de dos millones de euros entre 2012 y el último periodo de 2016.
La lista de prioridades
El presidente del Sistema Nacional de Salud (NHS) y antiguo secretario de salud Stephen Dorrell reconocía recientemente que es una contradicción hablar de ciencias de la biología de una manera aislada: “No son sólo la base del interés de los británicos, sino que es un deber global. Y, o bien somos parte de esta corriente global, o bien estamos fuera”.
Con cierto pesimismo, Dorrell señalaba recientemente las que serán algunas de las prioridades básicas en las negociaciones del Brexit, una lista en la que será fundamental asegurar que Reino Unido y la Unión Europea trabajen en paralelo en la autorización de licencias para nuevos medicamentos, además de asegurar una libertad de circulación. Será también importante negociar un acuerdo para el trueque que pueda imitar la situación actual, en la que los medicamentos y sus elementos pueden circular sin problemas. Adicionalmente, Dorrell proponía que Reino Unido no se quedara fuera de la Iniciativa de Medicinas Innovadoras así como del Tribunal Unificado de Patentes. Hechos como estos demuestran que los profesionales del sector se encuentran mobilizándose para que no quede duda de la importancia de este momento, y de las implicaciones económicas que podría acarrear.
Sin embargo, esta hoja de ruta podría ser factible si la salida se hiciera con un “Brexit suave”, algo que parece complicado debido al clima político en Reino Unido y al colapso que ha experimentado la libra esterlina. De hecho, la que es una de las bases intocables, la libertad de circulación, podría suponer un escollo. De restringirse este movimiento, las ciencias biológicas podrían tener serias complicaciones en Reino Unido de cara a su evolución, y sin duda de cara a su liderazgo en Europa.
Un dolor a corto plazo
El estudio reconoce que el peso del capital europeo es innegable en el sector científico británico, y muchos son los que temen una pérdida inmediata al acceso a este gran capital. Si Reino Unido pierde atractivo como terreno en el que llevar a cabo negocios, las implicaciones son claras.
Es por ello que el gobierno ha querido mostrar signos de seguridad públicamente. Por ejemplo, el Tesoro Público se ha comprometido a apoyar las subastas en el marco de 'Horizontes', un programa de la UE de 80 mil millones de euros para ciencia e innovación, incluso para los proyectos que continúen más allá del Brexit. En cualquier caso, son muchos los que les demandan gestos mucho más contundentes, como compromisos en efectivo para la investigación científica a largo plazo, algo en lo que el gobierno no estaría centrado en el momento. También requieren que se intensifiquen mecanismos existentes para hacer que su país atraiga compañías científicas internacionales. (...)
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