"Debe establecerse una relación de calidad entre farmacéutico y paciente"

La formación es un factor decisivo para lograr el éxito de una asistencia de calidad y para obtener el reconocimiento de la comunidad farmacéutica como colectivo profesional. Una premisa que conoce de primera mano Mònica Gallach, responsable del área de Formación del Departamento de Formación y Desarrollo Profesional del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB).

06/02/2017

Para Mònica Gallach las cualidades que debe reunir el farmacéutico del siglo XXI están relacionadas de lleno con su rol cada vez más asistencial, “un rol que debe potenciarse desde la propia red de farmacias de las que dispone nuestro país y que debe reforzarse a través de la capilaridad y ...

Para Mònica Gallach las cualidades que debe reunir el farmacéutico del siglo XXI están relacionadas de lleno con su rol cada vez más asistencial, “un rol que debe potenciarse desde la propia red de farmacias de las que dispone nuestro país y que debe reforzarse a través de la capilaridad y la proximidad a la población de esas farmacias”. Esta incide también en la idoneidad de que el farmacéutico “esté preparado para afrontar los nuevos retos, algo que pasa por estar permanentemente formado”.

En palabras de la también Secretaria Técnica  de Infarma 2017, la formación “es, como para todos los que trabajan en el entorno sanitario, la clave para garantizar la competencia profesional”. La realidad, bajo su punto de vista, es que la formación continuada del profesional que trabaja en el sector “es básica durante todo su ejercicio profesional y se adapta a la evolución natural de las nuevas tecnologías”. Dicho esto, Gallach tiene claro hacia dónde deberían ir los tiros en el corto plazo, que es “hacia el desarrollo de competencias en el área de atención farmacéutica”.

Gestión empresarial

Para Mònica Gallach, las características de nuestro modelo de farmacia con el binomio de titularidad y propiedad conjunta, pone sobre la mesa del farmacéutico comunitario un reto importante cuando se trata de gestionarla con éxito desde el punto de vista empresarial: “El futuro de la farmacia comunitaria pasa por gestionarla mejor sin que pierda el carácter asistencial, que es su razón de ser dentro del sistema sanitario”. El foco, prosigue, “debería ponerse sobre la formación en gestión empresarial para comprender el entorno, la estrategia, la dirección de las áreas funcionales y el desarrollo de competencias directivas”.

Más allá del dominio del Management que se le exige al farmacéutico, lo que también deriva de movernos a una medicina y, por ende, a una farmacia cada vez personalizada, parte del rol asistencial que se espera del farmacéutico se dirige a actuar, también, como preceptor y divulgador de buenas prácticas y hábitos en lo que a salud se refiere. Un papel que, para Gallach, se alinea “con los recursos de los que dispone la farmacia comunitaria para llevar a cabo proyectos que utilicen el potencial del farmacéutico para, una vez materializados, reviertan en beneficios para los pacientes y para el conjunto de la sociedad”. “Debe establecerse una relación de calidad entre farmacéutico y paciente y, para ello, debemos de facilitar la formación al farmacéutico, por ejemplo, mediante dinámicas de coaching de relaciones enfocadas a crear intimidad y confianza, o de técnicas enfocadas a mejorar la atención y la percepción del cliente”, subraya Gallach.

La prevención, factor clave

A la hora de ejercer como prescriptores de buenas prácticas, ¿hasta qué punto deben coordinarse farmacéutico y resto de profesionales sanitarios como médicos de familia para llevar un control, prever, evitar o paliar enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, obesidad, etc., cada vez más presentes en nuestra sociedad? “Mediante el trabajo multidisciplinar entre los diferentes agentes del sistema sanitario”, responde rauda y veloz Mònica Gallach. “La alianza en red de los profesionales sanitarios fortalece el servicio a los pacientes”, continúa.

Para la integrante del comité organizador de Infarma 2017, “integrar la salud pública y comunitaria en el modelo asistencial y potenciar los programas de promoción de la salud y prevención de las enfermedades crónicas son objetivos presentes y futuros”. Gallach corrobora asimismo que “está demostrado que una colaboración entre los diferentes niveles asistenciales mejora el control de los objetivos terapéuticos en los valores de diferentes patologías”. Algo a lo que, sin duda, contribuyen las numerosas campañas de detección precoz -del riesgo cardiovascular, de cáncer de colon, arritmia cardiaca e ictus, etc.- llevadas a cabo en los últimos años en el seno de las farmacias y que para Gallach es “fundamental”.

Conocimiento específico

En torno a estas campañas preventivas, la responsable del área de Formación del Departamento de Formación y Desarrollo Profesional del COFB resalta el hecho de que el sector haya sabido sentar “unas bases de actuación en línea para contribuir al desarrollo profesional continuado del farmacéutico, al que se está formando, sobre todo, en aquellos proyectos profesionales que, después, derivan en unos servicios profesionales basados en el conocimiento específico, algo que, a su vez, contribuye a hacer visible al farmacéutico como agente sanitario”.

Parece ser, también, que la respuesta de los pacientes es positiva. “Estamos ayudando, en colaboración con otros profesionales sanitarios, a prevenir y detectar precozmente enfermedades, a mejorar el seguimiento de los tratamientos, etc. y contamos con una buena acogida entre la población”, explica Gallach, algo a lo que contribuye “la actitud de excelencia de todo el colectivo y la alta vocación de ayuda a los pacientes”.

El pasado mes de junio, durante la clausura de la última promoción del Máster en Gestión de la Oficina de Farmacia, del que Mònica Gallach es una de las coordinadoras, se hizo hincapié, precisamente, en que esas campañas, junto al resto de elementos que conforman la cartera de servicios de la farmacia, es la que debe servir para poner en valor la figura del farmacéutico. Preguntada acerca de qué otros elementos debe valerse el profesional farmacéutico para fortalecer su rol, Gallach hace un pequeño inciso para subrayar que con todos los proyectos con los que van elaborando la cartera de servicios, los farmacéuticos “estamos consolidando nuestro rol asistencial y hacemos que nuestra actuación aporte cada vez más valor, el valor que nos tiene que hacer esenciales dentro de la cadena sanitaria”, lo que no quita que, entre sus retos, destaque el de “continuar aportando mucho a la mejora de la salud y la calidad de vida de los pacientes, un futuro que encaran con una gran ilusión y voluntad”. 

Autor: IM Farmacias
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