Las afecciones de los ojos han generado un mercado de productos destinados a tratar las molestias o enfermedades oculares, que van desde los colirios a las pomadas oftálmicas.
A la oficina de farmacia acuden a diario personas que consultan al farmacéutico porque presentan molestias en los ojos, como enrojecimiento, picor o lagrimeo. Estos problemas afectan a personas de todas las edades y de ambos sexos, aunque las causas que los producen son muy distintas. Ante la petición del ...
A la oficina de farmacia acuden a diario personas que consultan al farmacéutico porque presentan molestias en los ojos, como enrojecimiento, picor o lagrimeo. Estos problemas afectan a personas de todas las edades y de ambos sexos, aunque las causas que los producen son muy distintas. Ante la petición del paciente de un remedio eficaz para su afección, la postura del farmacéutico será la de recomendar un producto que suponga un alivio adecuado para el afectado y la de derivar hacia la consulta médica aquellos casos que presenten patologías complejas.
Es importante señalar que una correcta higiene ocular resulta fundamental para prevenir complicaciones. Según el caso, puede ser aconsejable hacer baños oculares antes de la instilación del colirio medicamentoso y el uso adicional de lágrimas artificiales en los intervalos libres de tratamiento. En los procesos infecciosos, es necesario establecer además estrictas medidas higiénicas (lavado de manos, uso individual de toallas, etc.), debido a que la mayoría de estos procesos son muy contagiosos.
Los párpados y las pestañas protegen los ojos de la desecación, de posibles lesiones y de cuerpos extraños. Debido al contacto diario con sustancias contaminantes, productos cosméticos o el aire seco, los párpados precisan un cuidado y atención regulares. La piel de los párpados puede volverse áspera, puede hincharse o bien secarse, como si de un barómetro se tratara. Puede delatar cansancio, estados emocionales y enfermedades.
La piel en la zona de los párpados precisa de un cuidado especial, aunque a menudo se olvida como parte de la higiene corporal. La sensación de la relajación de la piel es un claro síntoma de pérdida de la película hidrolipídica.
Los productos de limpieza para los párpados y pestañas pueden distribuirse en forma de gel. La humectación de las compresas se realiza inmediatamente antes de su uso vertiendo el gel sobre una compresa o un pañuelo de papel. Los baños oftálmicos humedecen y refrescan los ojos cuando se tiene sensación de sequedad y cansancio, como debido al trabajo prolongado ante una pantalla de visualización, lectura, conducción prolongada etc. Los componentes vegetales (hamamelis y caléndula) se adaptan a la composición natural del líquido lagrimal y sus efectos descongestivos y revitalizantes permiten un mejor confort visual.
Por otro lado, las soluciones oftálmicas están indicadas sobre todo en urgencias oculares, cuerpos extraños tipo polvo, polen, sustancias contaminantes irritantes como ácidos y lejías. etc. Sus efectos son inmediatos por contrarrestar el pH nocivo con valores fisiológicos.
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