¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.
María García pertenece a una familia de farmacéuticos. Con casi cinco años de experiencia, ejerce su profesión en un pequeño municipio cántabro de poco más de dos mil habitantes. Revilla de Camargo está situado a 9 km de Santander, y por sus características geográficas representa uno de los enclaves más ...
María García pertenece a una familia de farmacéuticos. Con casi cinco años de experiencia, ejerce su profesión en un pequeño municipio cántabro de poco más de dos mil habitantes. Revilla de Camargo está situado a 9 km de Santander, y por sus características geográficas representa uno de los enclaves más bellos de la comarca. Su población responde a personas de avanzada edad, por lo cual la función desarrollada por el farmacéutico es esencial. “Se trata de pacientes mayores con muchas necesidades asistenciales. Suelen ser polimedicados, y con frecuencia padecen enfermedades crónicas. Nuestra intervención es crucial para asegurar la calidad de vida de nuestros conciudadanos”.
La farmacia ha cambiado considerablemente en los últimos años. María considera que estos cambios han sido positivos, y que debe continuar evolucionando. “Gracias a estas transformaciones y a que los profesionales hemos sabido adaptarnos a la nueva situación, hoy en día podemos disfrutar de una red asistencial de farmacias considerada ejemplar que constituye uno de los pilares de la marca España”.
Uno de los aspectos esenciales en esta evolución es la implementación de servicios complementarios que contribuyen a mejorar la salud de los pacientes, como es el caso de los suplementos nutricionales o la dermofarmacia. “A pesar de que la mayoría de las ventas se corresponden con la dispensación de medicamentos –debido a nuestra ubicación y al perfil del paciente–, estamos experimentando una gran transformación del modelo de farmacia”.
Por tanto, el futuro de la farmacia se dirige hacia una mayor especialización y una ampliación de los servicios sanitarios. Pero para ello es imprescindible la formación. “Si queremos que los servicios complementarios sean verdaderamente una apuesta de futuro, es necesario que invirtamos en una formación especializada. En este sentido, el Colegio de Farmacéuticos de Cantabria ofrece un sinfín de talleres, cursos y seminarios en los que adquirir conocimientos actualizados”.
En cuanto a la incidencia de los recortes en el sector, María considera que la medida más perjudicial ha sido el impago. “Se trata de algo inadmisible, cuestionar los medicamentos es jugar con la salud de los pacientes”. Y se muestra especialmente crítica con el copago. “Supuso una reducción del consumo de medicamentos, y un fuerte impacto en la farmacia. La venta de medicamentos por debajo de un euro –preservando todas las exigencias de calidad que conllevan– supone colocar a los laboratorios en una situación extrema”.
Para despedirse nos desvela el gran reto para los próximos años. “Debemos seguir trabajando en colaboración con otros agentes sanitarios para promover la salud de los ciudadanos y así mejorar la calidad de vida de las personas”.
