¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.
Con una larga experiencia, Antonio Busto (A Coruña) vive la vocación del farmacéutico como el primer día en el que daba sus primeros pasos por la antigua botica. Aún conserva intactos los consejos que desde sus comienzos le daba su abuelo, gran farmacéutico y maestro. Para Antonio lo más reconfortante ...
Con una larga experiencia, Antonio Busto (A Coruña) vive la vocación del farmacéutico como el primer día en el que daba sus primeros pasos por la antigua botica. Aún conserva intactos los consejos que desde sus comienzos le daba su abuelo, gran farmacéutico y maestro. Para Antonio lo más reconfortante de su labor diaria es el servicio a los demás, y la función social del farmacéutico.
Pero en todos estos años la situación ha cambiado, como también lo ha hecho el perfil de los pacientes. El acceso a las nuevas tecnologías, la multiplicación de información, el acceso a Internet, etc., han revolucionado no sólo la sociedad, sino también la prestación farmacéutica que debe de adaptarse a los nuevos tiempos. “Uno de los cambios con respecto al pasado es que hoy en día no existe un cliente común, existen varios y diferentes perfiles para los que hay que establecer canales de comunicación muy distintos”.
Pero los cambios también han dibujado un entorno de profesionalización constante que ha mejorado mucho. “Nos dirigimos hacia un modelo de farmacia asistencial y multiservicio que requiere una constante preparación para adaptarse y ofrecer soluciones factibles a las necesidades de nuestros clientes”.
Si bien es cierto que el medicamento sigue siendo el producto más vendido en la farmacia, recientemente se están ampliando los servicios complementarios. Es el caso, por ejemplo, de la farmacia coruñesa de Antonio en la que suponen ya el 40% frente al 60% que representan los fármacos. “Un paciente no puede irse nunca con sus medicamentos sin un consejo, hay que escucharlos y valorar sus necesidades para ofrecer servicios personalizados”. Y añade: “Debemos ser los primeros en detectar los problemas de salud del paciente para poder derivarlo al médico cuando sea necesario, y esto pasa por implantar servicios profesionales farmacéuticos que ayuden a prevenir y mejorar el cumplimiento de los tratamientos”.
Con respecto a si deben estar o no remunerados: “Sin duda, esto es ya una realidad y debemos potenciarlos y ampliarlos. Formarse conlleva una inversión de tiempo y dinero, y debe haber un retorno. Somos profesionales de contrastada calidad con una gran formación y con mucho que ofrecer, la farmacia española es referencia a nivel mundial, y la única forma de que sea sostenible es como parte del Sistema Nacional de Salud”.
Por último, Antonio nos brinda un mensaje de apoyo y de optimismo. “Hay que seguir trabajando como lo estamos haciendo hasta ahora, aún nos queda mucho por hacer, pero estamos suficientemente cualificados para ello. Sirva como ejemplo nuestra botica que lleva abierta al público 266 años bajo el mismo apellido, con la misma vocación de servicio al paciente y una visión más asistencial, pero manteniendo la esencia de su tradición farmacéutica”.
