El valor de la innovación es el de la propia farmacoterapia. La innovación reduce de forma acumulativa, eficaz y efectiva la mortalidad y la morbilidad, el número de estancias hospitalarias, la utilización de otros recursos y los costes laborales y sociales.
Durante la Jornada Profesional Innovación de Medicamentos, organizada este jueves por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos bajo el lema Acceso a los medicamentos innovadores, se hablaron de los últimos avances en investigación farmacológica y de las perspectivas a corto plazo. Santiago Cuéllar, responsable del Departamento de Acción Profesional ...
Durante la Jornada Profesional Innovación de Medicamentos, organizada este jueves por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos bajo el lema Acceso a los medicamentos innovadores, se hablaron de los últimos avances en investigación farmacológica y de las perspectivas a corto plazo.
Santiago Cuéllar, responsable del Departamento de Acción Profesional del Consejo General, destacó que hay que ponerse de acuerdo sobre lo que significa la innovación terapéutica. Detalló que una innovación farmacoterapéutica es cualquier mejora científicamente contrastada. “Hablamos de nuevas sustancias, aunque no todo lo nuevo aporta avances significativos. A veces, es una nueva visión sobre lo que ya conocíamos. Una nueva visión también es innovar. El valor de la innovación es el de la propia farmacoterapia. La innovación reduce de forma acumulativa, eficaz y efectiva la mortalidad y la morbilidad, el número de estancias hospitalarias, la utilización de otros recursos y los costes laborales y sociales. También incrementa el conocimiento científico, como fundamento de crecimiento económico. Los países ricos son ricos porque investigan”, manifestó. Subrayó que un hecho que nadie puede obviar es que estamos en una sociedad envejecida. Asimismo, precisó que las agencias reguladoras no cuantifican la innovación: “Lo que hacen es establecer un listón. Es decir si se pasa o no ese listón”. Por ende, “la cuantificación de la innovación no es una entelequia, sino una necesidad”.
Lucinda Villaescusa, profesora titular de Farmacología de la Universidad de Alcalá, que trató el tema de los anticuerpos monoclonales en Hiperlipemias, indicó que el desarrollo de los anticuerpos monoclonales dirigidos hacia la proteína PCSK9 constituye un buen ejemplo de la importancia de avanzar en el conocimiento de los procesos fisiopatológicos causantes de las enfermedades.
Por su parte, Juan Tamargo, catedrático de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid, se refirió a los nuevos fármacos en insuficiencia cardiaca. Detalló que una insuficiencia cardiaca es una situación en la que el corazón es incapaz de bombear un volumen de sangre que garantice el adecuado aporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos del organismo. Ésta representa un grave problema de salud por su alta prevalencia, por su alta morbilidad y por los elevados costes para el Sistema Nacional de Salud. Apuntó que los fármacos deben demostrar que son capaces de reducir la morbilidad y que Entresto es un fármaco que abre nuevas perspectivas en el tratamiento. Consideró igualmente que “el farmacéutico puede y debe jugar un importante papel en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca” y que “la no adherencia es un problema de dimensiones épicas en Europa”.
Pilar Garrido, jefa de Sección de Oncología del Hospital Ramón y Cajal y presidenta del Consejo Nacional de Especialidades Sanitarias, informó de que, desde el año 2010, ha habido un desarrollo tremendo en la inmunoterapia. Confirmó que la inmunoterapia está camino de conseguir que la enfermedad metastática, en cánceres como el de pulmón, se cronifique. Si bien, “la inversión en investigación es crucial para ello”. De hecho, “sin investigación, no vamos a llegar”.
