El Colegio de Farmacéuticos y Universidad Católica de Murcia, a través de la Cátedra Internacional de Responsabilidad Social Corporativa, firman un convenio pionero.
La ‘Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020’ promueve de manera prioritaria el compromiso activo de las empresas para avanzar hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora. La organización colegial farmacéutica regional ha hecho posible en los últimos años, a través de su ...
La ‘Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020’ promueve de manera prioritaria el compromiso activo de las empresas para avanzar hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora. La organización colegial farmacéutica regional ha hecho posible en los últimos años, a través de su vertebración, que las farmacias se posicionen en el pelotón de cabeza de las empresas socialmente responsables, “siendo pioneras en la asunción de las líneas estratégicas de dicha política nacional”.
En el horizonte cercano surge la necesidad de dar un salto cualitativo en la imagen la farmacia comunitaria, con el objetivo de visibilizarla como empresa transparente y participativa, comprometida con la comunidad social en la que se inserta, el empleo de calidad de sus trabajadores, la comunicación responsable y la sostenibilidad ambiental. Supone un nuevo modelo de gestión que integra en el proceso de toma de decisiones, desde una visión estratégica y operativa, sus impactos económicos, sociales y ambientales.
A partir de la firma de este Convenio, una comisión mixta trabajará para acreditar el cumplimiento y establecer el sello de acreditación. El proyecto está co-dirigido por Victor Meseguer, Director de la Cátedra Internacional de de RSC de la UCAM y María Fuensanta Martínez, DIRCOM del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Región de Murcia.
El acuerdo tiene diez puntos clave, entre los que destacan la apuesta por casi un 90% de contratos indefinidos, que el 100% dispone de un punto SIGRE, o que más de un 70% de los colegiados que ejercen en la farmacia comunitaria son mujeres, y no hay discriminación salarial en función de sexo y cumplen las exigencias de igualdad laboral.
El ciudadano, viva donde viva, y durante los 365 días del año, las 24 horas, debe poder encontrar el mismo medicamento, a idéntico precio y condiciones de seguridad y garantía. Además el farmacéutico, en igualdad de circunstancias de prescripción, siempre debe dispensar el medicamento más barato. Las campañas de promoción del uso racional del medicamento e incluso de desprescripción de fármacos serán constantes.
