70 farmacéuticos han participado en la sesión de formación “Probióticos y salud íntima de la mujer”, promovida por STADA en Lleida. En la sesión, impartida por la Dra. Ana Rosa Jurado, médico de atención primaria y miembro del Grupo de Sexología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria ...
70 farmacéuticos han participado en la sesión de formación “Probióticos y salud íntima de la mujer”, promovida por STADA en Lleida. En la sesión, impartida por la Dra. Ana Rosa Jurado, médico de atención primaria y miembro del Grupo de Sexología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), se han abordado las claves del consejo farmacéutico de probióticos para el cuidado de la salud íntima de la mujer.
La microbiota vaginal, el conjunto de microorganismos que viven de forma natural en la vagina, tiene un papel fundamental en la salud íntima de la mujer y la prevención de afecciones. No obstante, existen distintos factores que pueden provocar su alteración como una higiene excesiva o inadecuada, el uso de dispositivos intrauterinos, el tabaco o la toma de antibióticos, los cambios en los niveles hormonales, la menstruación o las relaciones sexuales. En estas situaciones, la protección natural que confieren los lactobacilos presentes en la microbiota vaginal también puede disminuir, aumentando el riesgo de que se produzcan problemas de salud como la vulvovaginitis provocada por cándida y la vaginosis bacteriana. El farmacéutico tiene un papel fundamental con su consejo al paciente para prevenir estas afecciones.
Ante estos desequilibrios, la doctora Ana Rosa Jurado señala que el consejo de probióticos, productos que contienen cepas de microorganismos vivos en cantidad suficiente como para producir efectos beneficiosos en el organismo, tiene un efecto positivo en los casos de vaginosis bacteriana, vulvovaginitis candidiásica o sequedad vaginal, tanto en la fase aguda como en el mantenimiento del bienestar íntimo. “Los probióticos utilizados en estas afecciones contienen lactobacilos que han sido aislados de la microbiota vaginal y que pueden de algún modo actuar en este medio, incrementando la población y los mecanismos de defensa. De este modo contribuyen a disminuir las recidivas de las infecciones y a reestablecer el correcto funcionamiento de la vagina”.
“Se pueden administrar tanto vía oral como vaginal. Entre los más utilizados están los probióticos que contienen Lactobacillus rhamnosus Lcr35”, indica esta experta, que subraya que distintos estudios ponen de manifiesto una evidencia fuerte acerca la eficacia de la suplementación con lactobacilos en estas situaciones, mejorando las tasas de curación, previniendo la vulvovaginitis candidiásica recurrente y disminuyendo las infecciones del tracto urinario, entre otros beneficios.
El consejo de probióticos orales con la cepa de microorganismos Lactobacillus rhamnosus Lcr35, incorporado en la composición de Lactoflora Protector íntimo, ha demostrado inhibir1 el crecimiento de bacterias que pueden alterar el equilibrio de la flora vaginal como Candida albicans, Prevotella bivia y Gardnerella vaginalis. Además, la suplementación en dosis adecuadas con Vitamina A ha demostrado contribuir al mantenimiento y buen funcionamiento de la mucosa vaginal así como del sistema inmunitario. El aporte de esta vitamina tiene un efecto positivo en el reequilibrio de la flora vaginal, en el cuidado de las lesiones de la mucosa y de la sequedad vulvovaginal muy frecuente en edad menopáusica.
