Desde pequeña supo que su futuro estaba ligado a la botica. Farmacéutica de profesión, Elena Palacios (Huesca) disfrutaba viendo cómo su madre –también boticaria– atendía con esmero y dedicación a sus conciudadanos. Elena quiso especializarse en nutrición, y desde 2013 resuelve todas las dudas de sus vecinos en la farmacia ...
Desde pequeña supo que su futuro estaba ligado a la botica. Farmacéutica de profesión, Elena Palacios (Huesca) disfrutaba viendo cómo su madre –también boticaria– atendía con esmero y dedicación a sus conciudadanos. Elena quiso especializarse en nutrición, y desde 2013 resuelve todas las dudas de sus vecinos en la farmacia rural de su familia. "Una de las ventajas de este tipo de farmacias es que tienes un trato muy cercano con el paciente, de hecho, en muchas ocasiones ejerces de nexo de unión con el médico de cabecera. Personalmente, la sensación de proximidad es lo más gratificante de mi trabajo".
El modelo de farmacia ha ido cambiando a lo largo del tiempo, no obstante, para Elena permanece lo esencial. "Seguimos teniendo el mismo concepto de farmacia, sólo que con algunas variaciones. La crisis ha introducido mayor inestabilidad a la profesión, y el tema de los precios nos ha afectado muchísimo, porque genera inseguridad junto con los problemas de cobros por parte de la Administración".
Como solución, la farmacéutica oscense apuesta de forma decidida por la implantación de servicios como nutrición, dermocosmética o los SPDs. "Sabemos que es complicado, pero es totalmente necesario". Y continúa refiriéndose a su especialidad como nutricionista: "Es complicado introducir este tipo de productos en pacientes mayores cuyos hábitos no necesitan de complementos nutricionales (por ejemplo, enfocados hacia la pérdida de peso) ni productos de dermoestética a un precio elevado. Así, el perfil del grupo poblacional mayoritario –población envejecida– dificulta la introducción de productos complementarios al medicamento; a este motivo hay que añadir el bajo nivel adquisitivo de este grupo poblacional".
Por tanto, la sociedad actual –en su mayoría formada por personas de avanzada edad– explica que el mayor porcentaje de las ventas de las farmacias se corresponda con los medicamentos. "Los servicios profesionales farmacéuticos suponen un 30% aproximadamente, pero no por ello debemos dejar de formarnos en este campo, pueden formar parte del futuro de nuestra profesión".
En concreto, Elena lleva tres años apostando en su farmacia por la homeopatía, que está generando importantes resultados, sobre todo entre los más jóvenes, y la dermoestética, que a pesar de que está en alza, resulta complicado implantar en una población rural.
Pero el servicio estrella es, sin duda, la nutrición. "Es un servicio que se ha visto gratamente recompensado. Cada día más se incrementa el interés por obtener un adecuado estado nutricional, la gente quiere encontrarse bien tanto física como psicológicamente. Quizá ha tenido buena acogida porque se evita cualquier tipo de suplementación, ya que se trata de una reeducación alimentaria". En cuanto al perfil mayoritario: "Los pacientes suelen ser mujeres adultas que acaban por atraer al resto del núcleo familiar".
Elena se despide de nosotros no sin antes anunciarnos hacia dónde se dirige la farmacia del futuro. "Tenemos que seguir invirtiendo en servicios complementarios y, por supuesto, siempre deben estar remunerados ya que requieren tiempo y conocimientos, todo con un mismo fin: prevenir o corregir un determinado estado de salud, y promover la educación sanitaria".
