Mediterráneo, sol y vacaciones son tres palabras que saltan a la mente al mencionar Roquetas de Mar. Condicionan toda la vida cotidiana en el municipio, y también influyen de forma poderosa en la trayectoria de la Farmacia del Mar, regentada por Fernando Benítez en el número 95 de la avenida ...
Mediterráneo, sol y vacaciones son tres palabras que saltan a la mente al mencionar Roquetas de Mar. Condicionan toda la vida cotidiana en el municipio, y también influyen de forma poderosa en la trayectoria de la Farmacia del Mar, regentada por Fernando Benítez en el número 95 de la avenida de Juan Carlos I de esta localidad almeriense. Se trata de un establecimiento moderno, de nueva creación, abierto en el año 2014, a través del concurso de adjudicación de oficinas de farmacia de la Junta de Andalucía.
Sin embargo, en aquel momento el titular de la Farmacia del Mar aglutinaba ya una larga trayectoria en el sector. A pesar de que no hay tradición farmacéutica en su familia, Fernando Benítez ya había sido propietario de una pequeña botica ubicada en un pueblo de Almería llamado Lucainena de las Torres hace ya veinticinco años. Pero la experiencia en Roquetas del Mar partía de un planteamiento bastante diferente y más ambicioso. El local fue adquirido en bruto, lo que permitió imaginar, planificar desde cero, jugar con los espacios y construir, desde la propia planta, el concepto de farmacia que Fernando tenía en la mente. Una labor a todas luces ilusionante, pero también compleja, que hacía necesaria la colaboración de otros agentes y visiones. "Nos pusimos en manos de unos profesionales con mucha experiencia en el sector y que supieron hacer realidad la idea de farmacia que quería. Esta empresa se llama Concep·", explica Fernando Benítez.
La disposición final de la farmacia del Mar incluye espacios claramente diferenciados, tanto visual como conceptualmente, que ayudan al público a orientarse de manera rápida, intuitiva y cómoda. "El local tiene una superficie de unos 180 metros, de los cuales la mitad, aproximadamente, están destinados a la atención al público", detalla Fernando Benítez. "Sin duda, mi lugar preferido es junto al mostrador, atendiendo y aconsejando a nuestros pacientes".
Un diseño luminoso
Si algo caracteriza al establecimiento es su carácter de espacio humanizado, iluminado, habitable, en el que predominan las formas redondeadas y las líneas curvas, como en la propia naturaleza. Las ondas marinas inspiran una estética luminosa y orgánica. La amplitud de los espacios facilita los recorridos, y no faltan los detalles pensados para hacer más agradable la visita, como bancos en los que sentarse, una divertida zona infantil en la que los niños pueden jugar o dibujar o un área de atención personal individualizada. "Al disponer de espacio suficiente, no tuvimos la necesidad de instalar un robot", explica Fernando.
El equipo de la Farmacia del Mar está formado por el titular, dos farmacéuticos y una auxiliar de farmacia. "Nuestro horario es de turno partido durante el año, salvo los meses de verano que ampliamos el servicio a 12 horas, por ser una zona costera cuya población aumenta considerablemente en los meses estivales", detalla Benítez. La ubicación del establecimiento en el contexto del municipio condiciona una clientela variada, entre la que se cuentan los vecinos del barrio, población que tiene su segunda vivienda en la zona y turistas que acuden a la localidad almeriense dada la gran oferta hotelera que existe en los alrededores.
El propósito de proporcionar a los clientes una potente oferta de servicios añadidos se trasluce con claridad en la disposición final y la distribución de los espacios del establecimiento. Además de la atención farmacéutica personalizada, se ofrece asesoramiento nutricional, análisis capilar o consejo dermofarmacéutico, entre otros. "Es indiscutible que el modelo está cambiando y la dermofarmacia y parafarmacia van adquiriendo cada vez más protagonismo en las oficinas de farmacia", reflexiona Fernando Benítez.
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