"Es necesario que los políticos tomen conciencia de la gran aportación social que realizamos los farmacéuticos"

¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.

04/07/2017

Ana Julia Quesada, farmacéutica de farmacia rural, ha vivido intensamente los años más difíciles de la crisis. Firmemente defensora de la profesión, considera que no siempre se ha valorado en su justa medida la labor que realiza el boticario ni se ha reconocido el beneficio que aporta a la sociedad ...

Ana Julia Quesada, farmacéutica de farmacia rural, ha vivido intensamente los años más difíciles de la crisis. Firmemente defensora de la profesión, considera que no siempre se ha valorado en su justa medida la labor que realiza el boticario ni se ha reconocido el beneficio que aporta a la sociedad en términos de salud. "Es necesario que los políticos tomen conciencia de la gran aportación social que realizamos los farmacéuticos. Los recortes deberían haberse dirigido a otros sectores, y no centrarse tanto en Educación y en Sanidad, donde se ha recortado de manera intensiva".

Desde su oficina de farmacia en un pequeño municipio enclavado en la montaña alicantina, Ana Julia tiene una visión real de los problemas que afectan al modelo actual. Su función como boticaria de una población de poco más de 300 habitantes le ha valido para conocer de primera mano los efectos de la crisis, pero también para buscar soluciones efectivas. "Está claro que nuestra economía ha disminuido considerablemente desde 2008. Por ejemplo, hemos tenido que hacer frente a las sucesivas bajadas de precios de los medicamentos con la consiguiente disminución de los ingresos en las farmacias, que han llegado a alcanzar en algunos casos hasta el 50% respecto a los años anteriores a la crisis".

La situación se complica en el entorno rural. "El cliente mayoritario es el pensionista jubilado, lo que explica que se venda sobre todo fármacos, quedando las ventas de parafarmacia como algo anecdótico, que suponen en torno al 5% del total de las ventas globales del negocio. Por tanto, dependemos en gran medida de los fármacos financiados por la Seguridad Social".

Pero no sólo la crisis ha influido en la menor capacidad económica de las farmacias, también la gestión que se ha hecho de ésta desde los gobiernos autonómicos. "En concreto, en la Comunitat Valenciana todavía sufrimos los recortes del Gobierno. Esta circunstancia se agrava en las farmacias que todavía están pagando el traspaso de la misma, ya que supone aumentar más los gastos financieros, y la situación es a veces insostenible".

Junto a estos cambios, también ha evolucionado la forma de trabajar. La entrada de la receta electrónica, por ejemplo, ha conllevado avances significativos. "Con la gestión de recetas online se ha conseguido controlar qué y cuánto toman los pacientes. Esto ha repercutido de forma positiva en las farmacias, puesto que logra racionalizar el gasto farmacéutico".

Ana Julia confía en el futuro del sector y afirma que tiene un gran potencial de crecimiento porque "el cuidarse bien está en auge". En esta tarea será fundamental el desarrollo e implementación de nuevos servicios que contribuirán a la sostenibilidad del modelo. "Servicios como las SPD o las tomas de tensión deberían estar remuneradas, ya que implican unos conocimientos y una formación universitaria relevante, y permiten que el paciente esté asesorado de inmediato respecto a sus tratamientos".

Por último, esta alicantina apuesta por el modelo mediterráneo como el único capaz de ofrecer un servicio integral al ciudadano. "El sector tendrá futuro siempre y cuando mantengamos el modelo actual, que protegerá a la ciudadanía en general, y garantizará un servicio global independientemente del lugar de residencia y con un precio uniforme".

Autor: IM Farmacias
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