Mª Carmen Cayuelas lleva desde 1989 detrás del mostrador, tal y como lo hiciera su padre. Gracias a su amplia experiencia ha sabido adaptarse a los cambios que ha experimentado el modelo de farmacia. "La atención farmacéutica es esencial y es lo que más valora el cliente. La botica ha ...
Mª Carmen Cayuelas lleva desde 1989 detrás del mostrador, tal y como lo hiciera su padre. Gracias a su amplia experiencia ha sabido adaptarse a los cambios que ha experimentado el modelo de farmacia. "La atención farmacéutica es esencial y es lo que más valora el cliente. La botica ha ido avanzando con el tiempo. En la actualidad cada vez hay más carga administrativa, cada vez se requiere más formación, cada vez se trabajan con márgenes más estrechos y por ello hay que a innovar".
Defensora del valor esencial que desarrolla la farmacia no sólo en el plano social, sino en la sostenibilidad y calidad del sistema de salud nacional, Mª Carmen apuesta por la implantación de unos servicios profesionales remunerados. "La administración tiene que percatarse del gran ahorro que le supone las farmacias. Tomando la tensión, midiendo glucemias y otros parámetros básicos de salud, con las SPDs, tabaquismo, densitometrías, promoción de la salud, campañas epidemiológicas e incluso administración de vacunas, contribuimos a desbordar los servicios sanitarios".
Pero, para ello es necesario que estos honorarios estén consensuados. "Las farmacias, a través de los Colegios Oficiales, deberíamos acordar unos honorarios mínimos para estos servicios. Quizás así seríamos capaces de trasladar a la Administración todo lo que podemos hacer para mantener la calidad de nuestro sistema sanitario. También sería positivo establecer unos precios fijos de cara al paciente, que nunca valora lo que se le da gratis".
Servicios como homeopatía y la fitoterapia están en alza, y suponen un aporte significativo a la sostenibilidad del sistema. "Es importante que se incorporen teniendo en cuenta siempre la viabilidad económica. Sólo podremos ofrecer aquellos servicios que nos generen un retorno". Y añade: "Lo que está claro es que suponen una vía importante de financiación. En un momento en el que el medicamento deja un beneficio tan bajo, hay que buscar nuevas soluciones, y sin duda ofrecer servicios es una opción con mucha proyección, pues remarca nuestra labor como profesional sanitario".
Más aún en una sociedad que demanda artículos relacionados con la belleza y la higiene y, sobre todo, con la adecuada nutrición y el bienestar físico. "El público joven acude a nuestra farmacia en busca de determinados servicios complementarios y de una cierta formación y profesionalidad, precisamente esto es lo que nos diferencia de la competencia". No obstante, Mª Carmen advierte que aún hay mucho trabajo por hacer. "Debemos concienciar a la ciudadanía de que no somos unos meros dispensadores de fármacos y consejos tras un mostrador, sino que nuestra labor va más allá puesto que ofrecemos todo un catálogo de servicios en nuestras boticas".
Sin duda, uno de los elementos más perjudiciales es el impago. "Es una medida inaceptable. No podemos ser las farmacias las que financien el sistema. Nuestros políticos legisladores están para pensar en medidas justas para todos en tiempos de crisis y de insolvencia económica". Y a continuación Mª Carmen enumera las principales dificultades. "Lo que más nos ha afectado han sido las continuas bajadas de precios, los decretos a los que tenemos que hacer frente al final de cada mes o la desfinanciación de fármacos".
No obstante, y pese a ello, esta boticaria valenciana afronta el futuro con ilusión y optimismo, centrada en la evolución de una cartera de servicios remunerada. "Debemos seguir desarrollando nuestra tarea de dispensación con una adecuada y cada vez más protocolizada atención farmacéutica. El farmacéutico tiene que tener una mayor implicación en relación con el paciente y poner en valor su profesionalidad para que sea reconocida y recompensada".
