"Una farmacia comunitaria, orientada a servir y promover comprometida y activamente el cuidado de la salud y el bienestar de toda la ciudadanía, tiene que ser necesariamente inclusiva, accesible y asequible a las personas con discapacidad, y las nuevas tecnologías tienen mucho que aportar a ese proceso". Así se ha ...
"Una farmacia comunitaria, orientada a servir y promover comprometida y activamente el cuidado de la salud y el bienestar de toda la ciudadanía, tiene que ser necesariamente inclusiva, accesible y asequible a las personas con discapacidad, y las nuevas tecnologías tienen mucho que aportar a ese proceso". Así se ha expresado en Santander, en el marco de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Luis Cayo Pérez Bueno, presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), quien ha participado en el seminario "La farmacia comunitaria por y para el paciente ", organizado por Cofares.
"Las nuevas tecnologías, también en el ámbito de la farmacia, son siempre un aliado de las personas con discapacidad, pero a condición de que no presenten barreras de diseño y uso (accesibilidad y usabilidad) ni tampoco las hagan inviables por coste (asequibilidad)", ha enfatizado Pérez Bueno.
"Desde esos presupuestos", ha añadido el presidente del CERMI, "las nuevas tecnologías tendrán un impacto positivo en las dimensiones de la información, la formación, la gestión, participación y la gobernanza de una nueva farmacia comunitaria, en la que los pacientes serán un operador activo y reconocible".
