Esta joven farmacéutica tiene ya un largo recorrido transitado. Desde que de pequeña comenzara a descubrir la profesión en la antigua botica de su madre, Marta Sabater supo cuál era su verdadera vocación. "Llevo ejerciendo como farmacéutica en oficina de farmacia desde el año 2009, pero antes estuve realizando un máster ...
Esta joven farmacéutica tiene ya un largo recorrido transitado. Desde que de pequeña comenzara a descubrir la profesión en la antigua botica de su madre, Marta Sabater supo cuál era su verdadera vocación. "Llevo ejerciendo como farmacéutica en oficina de farmacia desde el año 2009, pero antes estuve realizando un máster y ampliando mi experiencia en la industria farmacéutica. Esta oportunidad me sirvió para darme cuenta de que realmente lo que más me satisface es la parte asistencial de la botica, en definitiva, el trato con el paciente".
Nada más comenzar la entrevista, advierte: "Creo que podemos tener un papel muy importante como agentes de salud pública, y contribuir a mejorar la educación sanitaria y la calidad de vida de nuestros pacientes". Un ambicioso reto que Marta sabe cómo afrontar: "Somos expertos del medicamento, por lo que deberíamos estar más integrados en el sistema sanitario para, por ejemplo, revisar la medicación de los pacientes polimedicados o aumentar la adherencia al tratamiento". Y continúa: "Además, también podríamos estar más implicados en la educación sanitaria del paciente y en las campañas sanitarias de cribado o prevención de ciertas enfermedades".
En este sentido, el farmacéutico ejerce un papel clave en la sociedad de hoy en día, puesto que asegura el acceso al medicamento por parte de toda la población, al tiempo que contribuye a dotar de mayor estabilidad económica al sistema y garantiza la calidad de la prestación sanitaria. "En mi opinión, la evolución que está experimentando la farmacia hacia un perfil más asistencial es la correcta. No obstante, el farmacéutico debe extender su rol, ir más allá de la dispensación de medicamentos y proveer también servicios profesionales".
Esto es precisamente por lo que Marta ha apostado en su farmacia. "Además de la formulación magistral, la detección de algunos parámetros clínicos y la sección de ortopedia, hemos introducido servicios profesionales como el sistema personalizado de dosificación (SPD) o el seguimiento farmacoterapéutico". Estos servicios están en alza, pero es difícil su mantenimiento en una coyuntura de crisis y de continuos recortes. "Los impagos han perjudicado mucho la economía del sector, a ello hay que sumarle la falta de tiempo del que disponemos para implantar esos servicios. Aun así, desde nuestra farmacia hemos realizado una apuesta clara por la innovación con eventos como, por ejemplo, una campaña para medir el índice de masa corporal (IMC) y el índice de Cintura-Cadera (ICC) el día de la obesidad".
En definitiva, es necesario invertir en servicios profesionales farmacéuticos, y promover el uso racionalizado del medicamento. "Sólo así lograremos ser eficientes y sostenibles a largo plazo". Por último, Marta nos anticipa el futuro de la farmacia: "La farmacia tiene que convertirse en un centro sanitario donde los pacientes no solo acudan cuando estén enfermos, sino como un espacio de prevención y salud donde puedan recibir servicios, educación sanitaria y mejorar su calidad de vida".
