En su ya tradicional seminario de periodistas, la patronal del medicamento innovador, Farmaindustria, repasó las esperanzas e inquietudes del sector en Sigüenza (Guadalajara), este martes, 24 de octubre. Tras la recepción a los medios de comunicación realizada por el director de comunicación de la asociación empresarial, Francisco J Fernández, tomó ...
En su ya tradicional seminario de periodistas, la patronal del medicamento innovador, Farmaindustria, repasó las esperanzas e inquietudes del sector en Sigüenza (Guadalajara), este martes, 24 de octubre. Tras la recepción a los medios de comunicación realizada por el director de comunicación de la asociación empresarial, Francisco J Fernández, tomó la palabra su director general, Humberto Arnés. Como primer argumento aseguró que el sector está en una situación de estabilidad y predictibilidad presupuestaria, muy conveniente para la actividad industrial. Esto es posible, en su opinión, gracias a que el Gobierno ha postergado la culminación de un nuevo real decreto de precio y financiación de medicamentos hasta un momento más propicio.
Pie de foto: Humberto Arnés (Farmaindustria)
Dicho lo anterior, el principal responsable ejecutivo de la entidad resumió algunas cifras positivas para el conjunto de los laboratorios farmacéuticos con actividad en el país, como haber logrado superar los 10.000 millones de euros en exportaciones, incrementar las plantillas en 2.000 personas altamente cualificadas y aumentado la inversión en I+D un 8% más en 2016 que el año anterior, lo que permitió lograr una cifra de 1.085 millones de euros en este capítulo. Con estos datos, Arnés consideró que esta parte de la industria española se revalidó como proveedor público de primer nivel y líder en innovación.
A pesar de esta buena marcha sectorial, a la que se une un aceptable cumplimiento deudor de las administraciones en relación a los medicamentos, el director general consideró que Farmaindustria se ha fijado dos objetivos en el tiempo. A corto plazo considera su obligación mantener el acuerdo suscrito con los ministerios de Hacienda y Sanidad, por el que el colectivo industrial se compromete a devolver en cantidades dinerarias cualquier excedente de gasto farmacéutico que se produzca por encima del PIB del país. Paralelamente, y dentro de un mismo empeño por la sostenibilidad del sistema sanitario, Farmaindustria aspira a tener crecimientos industriales superiores al PIB nacional, en el medio y largo plazo, ya que su propia naturaleza industrial lo hace necesario para el futuro.
Dentro del corto plazo aludido, Arnés consideró razonables las previsiones del Gobierno de que el país crezca al 2,7% en 2018. En un año en el que, sin duda, podrían existir tensiones presupuestarias. Especialmente, si la situación de Cataluña se prolongara en el tiempo, de forma que pudiera cumplirse la predicción de AIReF, según la cual, el crecimiento español podría hundirse al 1,4%, lo que supondría una pérdida de 13.000 millones de euros. Una situación que probablemente no ocurra y que, por tanto, no aleje al sector de su previsión de retornar en 2018 a cifras de negocio similares a las que disfrutó en 2010, antes de lo más duro de la crisis.
Pie de foto: Pedro Luis Sánchez (Farmaindustria)
Prosiguió en el análisis económico iniciado por Arnés, el director del departamento de estudios de Farmaindustria, Pedro Luis Sánchez. Según su tesis, no se puede hablar estrictamente de gasto farmacéutico porque eso supondría la satisfacción inmediata de una necesidad tras el pago realizado, algo que no ocurre con los medicamentos, donde el beneficio en salud no tiene plazo fijo en el tiempo. Como reflexión, aportó el trabajo del profesor Lichtenberg, según el cual un complejo cálculo econmétrico llegó a la conclusión de que la década que discurrió entre los años 2000 y 2009 sólo hubiera tenido un incremento del 27% en vida para la población de EEUU, si no se hubiera dispuesto de innovaciones terapéticas. Aspecto que sí ocurrió, y logró un incremento de vida del 73%. Una investigacón que fue completada por Sánchez con otro estudio del mismo autor, en el que quedó demostrado que, entre 1995 y 2003, el coste anual por paciente y año fue de 24 dólares en medicamentos con un ahorro de gasto hospitalario de 89 dólares, cuya diferencia dio un ahorro final para la administración americana de 65 dólares.
Pie de foto: Javier Urzay (Farmaindustria)
Seguidamente, aportó su información el subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay. Como preámbulo a su exposición, situó la deuda de las administraciones con los laboratorios en 99 días. Dentro de una compensación que será cubierta con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) de octubre y noviembre de este año. De manera que las tesorerías ordinarias de las comunidades autónomas pueden cubrir los 24 días de cada mes, aportando dicho FLA los 6 días restantes.
Junto a esa información, Urzay aportó datos sobre experiencias de resultados en salud realizadas en Suecia, Alemania y Holanda. Del país nórdico afirmó que su clínica Martin Klinic es un fenómeno de enorme éxito en cirugía de próstata con mínimas secuelas de disfunción eréctil e incontinencia urinaria. En cuanto a Alemania, refirió que es un país adelantado en resultados de salud reportados por pacientes, y que en Holanda las aseguradoras ofrecen un panorama muy condicionado sobre los resultados de su sistema sanitario.
Así mismo, el subdirector general se situó próximo al consorcio representado por ICHOM (EEUU) en la estela de Michael Porter y su predilección por los indicadores relevantes para los pacientes.
Pie de foto: Iciar Sanz (Farmaindustria)
Para desentrañar los peligros que puede suponer el Brexit de Reino Unido para la industria europea del medicamento, la jornada contó con Iciar Sanz, directora del departamento internacional de la asociación empresarial. La ponente valoró como triste el mes de junio de 2016 en el que Reino Unido votó en referéndum desgajarse de la Unión Europea, apelando al artículo 50 del acta de adhesión. Por eso consideró que ambas esferas económicas y sociales deben llegar al mayor margen de acuerdo de libre comercio con el que se garantice el acceso a los medicamentos de todos los europeos, dado el fuerte peso de la innovación británica en el continente, además de luchar unidos contra los medicamentos falsificados y en favor de la farmacovigilancia representada por la EMA.
Pie de foto: Lourdes Fraguas (Farmaindustria)
También participó la secretaria general y directora del departamento jurídico de la asociación, Lourdes Fraguas, para defender el liderazgo de España en la vanguardia de los ensayos clínicos que se hacen en Europa, al haber sido el país más hábil al adaptar la nueva legislación europea en la materia.
Completaron el seminario el director técnico de Farmaindustria, Emili Esteve; y José Zamarriego. Mientras que el primero detalló la excelencia del programa Best en excelencia de investigación clínica, el responsable de la unidad de supervisión deontológica demostró que la industria innovadora no sólo habla de transparencia y juego limpio, sino que también los ejerce con todos sus recursos y apoyo convencido de sus asociados. De la misma forma, José Ramón Luis-Yagüe también aportó información sobre las barreras que se establecen en algunas comunidades autónomas a la hora de retrasar la innovación u ofrecer zonas territoriales de inequidad.
