Cuando el otoño llega al cuero cabelludo

La caída del cabello o su debilidad pueden deberse a múltiples causas: el estrés, los cambios hormonales como menopausia o embarazo, carencias nutricionales, fármacos u otros contaminantes, o simplemente factores hereditarios o de sexo.

30/11/2017

El cabello está formado por una fibra de queratina, constituida por una raíz (ubicada en un folículo piloso) y un tallo. En el cuero cabelludo humano podemos encontrar entre 90.000 y 150.000 cabellos. El pelo humano no crece de manera indefinida, sino de forma cíclica. En su desarrollo normal presenta ...

El cabello está formado por una fibra de queratina, constituida por una raíz (ubicada en un folículo piloso) y un tallo. En el cuero cabelludo humano podemos encontrar entre 90.000 y 150.000 cabellos. El pelo humano no crece de manera indefinida, sino de forma cíclica. En su desarrollo normal presenta tres etapas:

1. La primera y más larga es la anágena o de crecimiento, etapa durante la cual las células de folículo piloso presentan una gran actividad. En este período, el pelo crece alrededor de un centímetro al mes, teniendo una duración variable de entre 2 y 7 años.

2. Le sigue la fase catágena o de transición, que dura unas pocas semanas. El cabello deja de crecer y se separa de la papila. La actividad de las células se detiene.

3. Finalmente, la fase telógena o de caída, período de unos 3 meses en los que no hay actividad de las células y el pelo empieza a caerse, para reiniciar un nuevo ciclo. Por término medio pueden llegar a caerse entre 80 y 100 cabellos al día, que en condiciones normales van siendo sustituidos por otros nuevos.

Clasificación de las alopecias

Debido a que las patologías que pueden producir alopecias son múltiples, es importante establecer una clasificación. En general, se dividen en dos grandes grupos. En las alopecias no cicatriciales el folículo piloso no se destruye, aunque presente otros cambios funcionales. Entre este tipo de alopecias encontramos los siguientes tipos:

- Alopecia androgénica (o común), corresponde al 95% de los casos. Mucho más frecuente en hombres que en mujeres. La raza blanca también es más proclive que la negra. En su aparición intervienen factores genéticos y hormonales.

- Alopecia traumática, por tracción, presión o tricotilomanía.

- Alopecia areata, es un tipo de caída del cabello que ocasiona parches redondos. Su etiología no está totalmente establecida, aunque puede tener una base autoinmune y también se relaciona con situaciones de estrés.

- Alopecia difusa, consiste en una pérdida de cabello más o menos intensa, aguda o crónica, pero reversible y no localizada en una determinada porción del cuero cabelludo.

- Alopecia por enfermedades sistémicas, que pueden ser de origen endocrino o infeccioso.

En las alopecias cicatriciales, en cambio, existe un daño físico, una malformación o se ha producido la destrucción de los folículos pilosos. Algunos tipos serían:

- Alopecia por enfermedades hereditarias tales como la ictiosis o nevus epidérmico.

- Alopecia por enfermedades infecciosas. Pueden ser micóticas, bacterianas, virales o protozoarias.

- Alopecia por enfermedades neoplásicas, epitelioma basocelular, linfomas, etc.

- Alopecia por dermatosis como el liquen plano o el lupus eritematoso cutáneo.

- Alopecia por síndromes clínicos como la foliculitis decalvante o la dermatitis pustulosa erosiva, entre otros.

Tratamientos y eficacia

Hoy en día hay innumerables métodos terapéuticos para la alopecia, que ofrecen una diversidad desorientadora de opciones, unas fundadas en ensayos clínicos controlados y otras simples promociones consumistas.

Minoxidil, de aplicación tópica, y finasteride, de uso oral, son dos tratamientos farmacológicos establecidos para la alopecia androgénica (AAG), aprobados por la Administración de Alimentos y Fármacos (Food and Drug Administration, FDA) de los EE.UU. Además, los antagonistas de los receptores andrógenos de acción general, como espironolactona y acetato de ciproterona, pueden ser beneficiosos para las mujeres con AAG. Se están investigando con rigor científico medicamentos más nuevos que han tenido resultados iniciales prometedores, como dutasteride, un inhibidor combinado de la 5-alfa reductasa de tipos I y II, y el factor de crecimiento endotelial vascular (FCEV).

Los tratamientos farmacológicos de eficacia probada para la alopecia androgénica se pueden clasificar en modificadores de la respuesta biológica y bloqueadores andrógenos. Los modificadores de la respuesta biológica controlan el crecimiento folicular mediante diversos mecanismos, por ejemplo, mitógenos, inmunosupresores, vasodilatadores, angiógenos, relacionados con factores de crecimiento y por regulación de la diferenciación celular. Los bloqueadores andrógenos, a su vez, se pueden dividir en inhibidores de la 5-alfa reductasa (finasteride) y antagonistas de los receptores andrógenos.

También minoxidil y finasteride han sido objeto de nuevas pruebas con preparados de concentraciones más altas (minoxidil al 15% y finasteride a dosis de 1,25 mg y por vías de administración no convencionales (aplicación tópica para finasteride). Además de los tratamientos medicamentosos conocidos, existe una enorme variedad de fitoterapias naturales, con base científica menos sólida. También se han probado productos que sirven de medidas complementarias para mejorar la higiene del cuero cabelludo y el cabello, como los champús y la terapia láser para enriquecer la vascularidad local del cuero cabelludo.

Tratamientos alternativos

Además de los dos tratamientos farmacológicos mencionados, existen otras sustancias que resultan útiles para paliar la caída del cabello, como la biotina, el ácido fólico, la vitamina B12 y la cisteína.

La biotina forma parte de muchos preparados para evitar la caída del cabello y fortalecerlo, igual que la cisteína. La biotina se forma parte del grupo de vitaminas B, también denominada B7. La deficiencia de esta vitamina está directamente relacionada con la caída del cabello, por lo que es muy recomendable ante cualquier sospecha de caída exagerada incrementarla en la dieta. Generalmente, las personas que tienen una dieta equilibrada no suelen padecer esta carencia de biotina ya que se encuentra en muchos alimentos y es sintetizada igualmente por la flora intestinal. La biotina se encuentra cacahuetes, levadura de cerveza, patatas, almendras, nueces legumbres, soja, en los plátanos, la uva y en muchos otros alimentos como cereales avena, trigo o arroz, también en la yema de huevo y en el hígado. Colabora igualmente en el buen desarrollo de las uñas y salud de la piel.

La cisteína es un aminoácido que interviene en la formación del cabello, interviniendo en su crecimiento, por lo que es imprescindible para fortalecer el mismo, y la mayoría de suplementos lo contienen. Este aminoácido promueve la formación de las fibras proteicas que forman el cabello. Se suele encontrar en el pollo, pavo, brócoli, leche y huevos. (...)

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Autor: IM Farmacias
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