Marina Mayans Marí trabaja como farmacéutica en la farmacia de su madre en Sant Ferran, en Formentera. Su padre fue el primer farmacéutico de esta isla, dónde sólo había dos farmacias (cuyos titulares eran mallorquines) cuando él terminó la carrera. Adquirió la que estaba en Sant Ferran. Actualmente, hay cuatro. Los ...
Marina Mayans Marí trabaja como farmacéutica en la farmacia de su madre en Sant Ferran, en Formentera. Su padre fue el primer farmacéutico de esta isla, dónde sólo había dos farmacias (cuyos titulares eran mallorquines) cuando él terminó la carrera. Adquirió la que estaba en Sant Ferran. Actualmente, hay cuatro.
Los que no son de allí piensan en Formentera en un plano de vacaciones. Mayans Marí aclara que viven "dos estaciones de un gran contraste". En invierno, hay 6.000 personas. En verano, la isla se llena de turistas, por lo que en la farmacia hacen refuerzo de horario y de equipo. Entonces, ven muchas quemaduras solares, quemaduras de moto y patologías diversas de cuando uno se va de viaje, como son las diarreas. En la Farmàcia Mayans, hay gente que trabaja en el equipo que empezó con su padre, hace más de 30 años.
En 1981, cuando su padre comenzó con ella, la farmacia, con almacén incluido, tenía 40 metros cuadrados. Después, en 1989, la trasladaron a un local de 140. "Hemos hecho este año dos pequeños cambios. Hemos quitado dos mostradores y hemos instalado una góndola para aumentar la circulación a dermocosmética. Siempre nos ha gustado la dermo", explica Mayans Marí. No tienen robot. Considera que en invierno no les hace falta y destaca que, en verano, prefieren destinar el espacio que necesitaría un robot para almacenar el producto de temporada. En verano, los solares es lo más reclamado.
Respecto a servicios; ofrecen principalmente el control de hipertensión, de glucemia y de colesterol. Recientemente, han empezado con SPD. Si bien, Mayans Marí matiza que ese servicio no está introducido en Atención Primaria y que los médicos no están formados. Cree que es "un campo muy interesante" y espera que se introduzca y que el médico vea la utilidad y su potencial. "Muchas veces dependemos de los médicos. Hacen falta sinergias. Hay que ver que somos un grupo. No son ellos y nosotros. El objetivo es el paciente. Nosotros les llamamos para colaborar", comenta.
Sobre prevención, opina que hay que trabajar en dos sentidos: "En el del paciente que ya viene con un tipo de patología y en el de cuidarlo para que no la tenga. Es decir, educación sanitaria". Sostiene que los farmacéuticos tienen un papel importante en el ámbito de la educación de hábitos alimentarios, en el de fomentar el deporte y en el rol de dejar de fumar, entre otros. Subraya que, en parte, también tiene que ver con lo de ayudar al paciente que ya acude a la farmacia con una patología, "para que siga el tratamiento y para evitar futuras patologías". Lamenta asimismo que, a veces, los pacientes no den importancia al seguimiento terapéutico. Igualmente, critica "la falta de adherencia y la hiperautomedicacion". Por ejemplo, "se abusa del omeprazol, que no sirve para cualquier patología, sino para un tipo de enfermedad. A veces, es no dar importancia a lo que es un medicamento. A veces, se consideran casi como si fuera un caramelo. Hay que recordar que es algo que tiene efectos farmacológicos sobre tu cuerpo", insiste.
Le preguntamos por la salud de la farmacia española. Mayans Marí contesta que "hay muchos cambios últimamente". Declara que el de los farmacéuticos es un gremio que está muy bien formado, y que eso lo valora el paciente de a pie de calle. Si bien, señala que no saben transmitírselo a otros colectivos sanitarios, como médicos o enfermeros. Subraya que hay que trabajar "en cerrar el triángulo entre médicos, enfermeros y farmacéuticos" y en saber que "el eje principal que tenemos en común es un paciente".
