Diego Rodríguez lleva ocho años en la profesión y es cotitular de su farmacia. Comenzó siendo farmacéutico en el Laboratorio de Formulación Magistral del COF de Málaga. "Lo que más me gusta de mi labor es comprobar cómo con un poco de interés y de conocimientos, puedes solucionar muchos problemas ...
Diego Rodríguez lleva ocho años en la profesión y es cotitular de su farmacia. Comenzó siendo farmacéutico en el Laboratorio de Formulación Magistral del COF de Málaga. "Lo que más me gusta de mi labor es comprobar cómo con un poco de interés y de conocimientos, puedes solucionar muchos problemas de salud a los pacientes".
A pesar de lo reconfortante de la profesión, este malagueño echa en falta más unidad entre los compañeros. "Tenemos una profesión muy rica y variada, sin embargo, existe bastante desunión en la cooperación en proyectos comunes de futuro".
Desde su farmacia ubicada en el centro neurálgico de Málaga, atiende a una población diversa y heterogénea que acude de paso, de ahí que tenga un amplio stock. "No tenemos una clientela fija, por lo que tenemos que estar preparados para dar una solución integral para cualquier edad y cualquier patología".
Los cambios han llegado para quedarse. "Hay aspectos que han mejorado: los farmacéuticos han tenido que unirse para competir con las franquicias y las multinacionales dando un servicio de calidad y a un precio competitivo; pero también se ha producido una excesiva mercantilización de la profesión".
Los efectos de la crisis, el cierre de farmacias, etc., muchas son las medidas que han afectado al sector en los últimos años. No obstante, Diego asegura que hay razones para ser optimistas. "Ahora mismo estamos viviendo un momento adecuado, no hay que olvidar la crisis que nos ha afectado de manera directa, pero creo que es un trabajo digno que tiene recorrido". Para continuar por esta senda, es fundamental trabajando por y para el medicamento. "Nuestro principal aliado es el medicamento, de manera que debemos seguir luchando porque continúe custodiado por las farmacias ya que es de vital importancia que haya un profesional cualificado que garantice que la población esté adecuadamente asistida".
Y en esta filosofía no cabe la guerra de precios. "Los precios son importantes, aunque en el mismo nivel está la capacidad del profesional para solucionar los problemas de los pacientes". En este sentido, los servicios profesionales farmacéuticos son una opción, pero no la única. "Los servicios son un plus que le da a la farmacia competitividad sin llegar a ser lo más importante. La remuneración por parte de la administración ayudaría a que adquirieran entidad, y haría que el sector fuera hacia ese camino".
Por último, Diego nos desvela su visión de futuro. "Hay que procurar que el sistema sea sostenible, aunque economizar demasiado puede que merme la calidad del servicio. Por lo tanto, tenemos que gestionar bien los recursos para evitar lo que ha ocurrido en estos últimos años".
