Juan Rosso (Melilla) tenía muy claro desde siempre a lo que se quería dedicar. Su pasión por la botica, su vocación de servicio público y su profesionalidad cada día más exigente le han permitido avanzar en su profesión a pasos agigantados. 28 años de entrega y un equipo de profesionales ha ...
Juan Rosso (Melilla) tenía muy claro desde siempre a lo que se quería dedicar. Su pasión por la botica, su vocación de servicio público y su profesionalidad cada día más exigente le han permitido avanzar en su profesión a pasos agigantados. 28 años de entrega y un equipo de profesionales ha puesto el resto. "Todo surgió cuando tenía aproximadamente 12 años, ahí supe que quería ser farmacéutico. Al principio empezamos en el barrio más grande de Melilla con una superficie de 70 metros cuadrados y una farmacia que ni siquiera tenía caja registradora. Hoy en día hemos pasado a otra ubicación, cerca de la anterior, pero con un local de tres plantas que da una superficie aproximada de 600 metros, y que cuenta incluso con un almacén robotizado en el sótano".
Muchos años detrás del mostrador, que le han servido para saber cuáles son las verdaderas necesidades del farmacéutico. "En Melilla echamos en falta un COF más operativo acorde con los tiempo que corren, menos burócrata y realista, que aúne a los farmacéuticos por los intereses de todos y que sea más reivindicativo con la administración. Esto es importante si tenemos en cuenta que se trata de una profesión que va perdiendo peso específico en el tejido económico de nuestro país, a pesar de ser una de las mejor valoradas por la población".
Más cosas que se pueden mejorar: "También es fundamental que se potencie la interrelación médico-farmacéutico para que exista una mayor fluidez de comunicación; de la misma manera que tenemos un programa para la e-receta, podríamos tener hilo directo con el personal médico", advierte este farmacéutico experimentado, y concluye: "De esta manera ahorraríamos mucho tiempo al paciente y a los centro de salud, ya que la oficina de farmacia es un elemento primordial en el organigrama sanitario de este país tanto en la labor preventiva como en la del seguimiento al tratamiento".
No obstante, y a pesar de la relevancia de continuar con una red de farmacias sostenibles y saneadas por bien del sistema y de pacientes, esto se ha convertido en muchos casos en misión imposible. "La situación actual del sector es de incertidumbre. Todos los recortes de índole económica han repercutido negativamente en la farmacia, sin ir más lejos vemos cómo las farmacias rurales tienen que ser ayudadas económicamente por la administración", afirma en tono de queja, y añade: "Los farmacéuticos nos hemos tenido que convertir en gestores económicos para luchar contra este tipo de iniciativas –el decreto 5/2000 subastas, el copago, etc.–; y, en caso de no hacerlo, comprometeríamos seriamente la solvencia empresarial de nuestras farmacias y, por ende, de nuestro patrimonio". Juan se expresa tajantemente: "Un buen funcionamiento sanitario pasa por reforzar desde la administración el papel del farmacéutico como pieza fundamental de la sostenibilidad del sistema".
Pero también las medidas excepcionales han tenido su parte positiva. "A pesar de que por esta coyuntura el farmacéutico se ha visto obligado a sacrificar parte de su tiempo para gestionar la farmacia en detrimento de la atención a sus clientes, también ha traído beneficios: ahora nos especializamos más, y estamos en continua formación. Todo esto se traduce en aumento de la calidad de nuestro servicio y del consejo farmacéutico".
Ante la disyuntiva de reiventarse o morir, algunas farmacias han optado por bajar los precios como medida de supervivencia. En este caso, Juan se muestra totalmente en desacuerdo: "No creo que debamos convertirnos en farmacias baratas, de hecho devalúa el valor profesional de nuestras actuaciones, soy un firme defensor de cobrar por nuestros servicios. Todo servicio que no se cobre termina por infravalorarse y depreciarse".
Contrariamente a la bajada de precios, nuestro entrevistado apuesta por marcar la diferencia a través del empleo de herramientas de marketing, el conocimiento del entorno, el uso de recursos destinados a la fidelización de clientes, etc. "El objetivo está en abordar campañas sanitarias que aumentan favorablemente la visión profesional de la farmacia como un eslabón más del entramado sanitario de nuestra comunidad, para todo ello tenemos que rodearnos de un excelentes profesionales y, lo que no es menos importante, de un buen equipo de asesores externos".
