En España, la mitad de la población tiene unos niveles elevados de colesterol. Por eso, la enfermedad cardiovascular supone la primera causa de muerte en nuestro país, al abarcar una tercera parte de los fallecimientos que se producen cada año. En este contexto, Faes Farma lanza en España ProFaes4 Cardiobiotic, ...
En España, la mitad de la población tiene unos niveles elevados de colesterol. Por eso, la enfermedad cardiovascular supone la primera causa de muerte en nuestro país, al abarcar una tercera parte de los fallecimientos que se producen cada año. En este contexto, Faes Farma lanza en España ProFaes4 Cardiobiotic, una combinación de probióticos, hidroxitirosol y tiamina, que contribuye al funcionamiento normal del corazón. Se trata de un probiótico que aúna una combinación de las cepas probióticas Lactobacillus plantarum CUL 66 y Lactobacillus reuteri NCIMB 30242, eficaces en la reducción de los niveles de colesterol.
En concreto, en estudios in vitro, la cepa de L. plantarum ha demostrado su capacidad para reducir la absorción de colesterol procedente de la dieta por tres mecanismos: fijando el colesterol, aumentando la actividad hidrolasa que desconjuga las sales biliares e interrumpiendo el transporte del colesterol a través de le entericito. En paralelo, la cepa de L. reuteri, en estudios clínicos en pacientes con hipercolesterolemia tratados durante 6 y 9 semanas ha reducido las cifras de colesterol total y LDL sin alterar los valores de HDL in vitro, es capaz de desconjugar las sales biliares para eliminarlas por vía intestinal. De esta forma, también aumenta la captación de colesterol sérico para formar nuevas sales biliares, lo que contribuye a la eliminación del exceso de colesterol. "La combinación de estas dos cepas convierte a ProFaes4 Cardiobiotic en un complemento alimenticio especialmente formulado para favorecer el bienestar cardiovascular", advierte Rafael Esteban, especialista en Farmacia de Faes Farma.
El hidroxitirosol está considerado uno de los antioxidantes naturales más potentes, ya que su capacidad es superior al de las vitaminas C y E. Su efecto protector del daño oxidativo proporciona la base molecular para prevenir el riesgo cardiovascular. Por su parte, la vitamina B1, o tiamina, es clave en las funciones metabólicas del organismo, ya que mantiene estables los niveles de energía, participa en la absorción de la glucosa, y en la conducción de los impulsos nerviosos. Algunos estudios apuntan a que la deficiencia de tiamina es un factor frecuente en pacientes con fallo cardíaco, para quienes la suplementación puede ser muy beneficiosa.
