El anuncio del lanzamiento del nuevo protocolo lo ha hecho Miguel Valdés, director general de Fedifar, en el seno de Infarma 2018, quien ha confirmado que empezará a probarse este verano para que esté perfectamente operativo a partir de febrero del 2019. Fedicom, que, tal y como ha explicado Juan ...
El anuncio del lanzamiento del nuevo protocolo lo ha hecho Miguel Valdés, director general de Fedifar, en el seno de Infarma 2018, quien ha confirmado que empezará a probarse este verano para que esté perfectamente operativo a partir de febrero del 2019. Fedicom, que, tal y como ha explicado Juan Maza, director de Tecnología y Comunicación del Centro Farmacéutico, nació en el año 2001 como un sistema estándar de transmisiones telemáticas entre la oficina de farmacia y los almacenes de distribución farmacéutica, mantendrá su nombre original, pero añadirá "nuevas prestaciones que ponen el foco en la eficiencia de la farmacia y buscan acelerar la recepción en la oficina con menos errores".
Por su parte, Mark Schnettler, director de Análisis y Desarrollo de Sistemas de Información de Cofares, aseguró que el sistema "no había evolucionado mucho en 17 años" y lo que se persigue ahora es modernizar una tecnología de integración entre farmacias y distribuidores muy exitosa hasta la fecha para poder emprender nuevos retos. "Esta versión 3.1 es un primer paso para lanzar una nueva era de integración de operaciones entre farmacias y distribuidores, ayudando a aquellas a enfocarse en su tareas de valor añadido al paciente en lugar de en actividades administrativas", apuntó.
Entre las operaciones concretas a integrar, señaló la opción de gestionar pedidos demorados, registrar solicitudes de devolución y abonos mediante el software de la farmacia, la impresión de etiquetas y la gestión de logística inversa, el almacenamiento digital de la documentación de solicitudes, el envío de albaranes electrónicos previo a la llegada de la mercancía, la conciliación automática entre pedido y suministro y entre facturas y suministros recibidos, el almacenamiento digital de los albaranes y de las facturas y el envío de facturas electrónicas previo a la llegada física de las mismas. "Todo ello redundará en una aceleración de los procesos, de las recepciones y de la obtención de la información, así como en la reducción del número de errores y de reclamaciones y de los costes operativos", matizó Schnettler.
