La enfermería, en pie de guerra contra la "farmacia comunitaria"

Todos los estamentos enfermeros muestran su indignación y preocupación ante la posible privatización de la Atención Primaria por el auge de este movimiento, que pretende hacer actuaciones de carácter asistencial con los pacientes crónicos.

20/03/2018

En el marco de las jornadas celebradas en Toledo, más de 150 representantes de la Organización Colegial de Enfermería, Sociedades Científicas y estudiantes -que representan a casi 300.000 enfermeras- se han reunido para debatir, conocer y analizar las amenazas y retos a los que se enfrenta la profesión bajo el ...

En el marco de las jornadas celebradas en Toledo, más de 150 representantes de la Organización Colegial de Enfermería, Sociedades Científicas y estudiantes -que representan a casi 300.000 enfermeras- se han reunido para debatir, conocer y analizar las amenazas y retos a los que se enfrenta la profesión bajo el lema "Juntos, construyendo el futuro". Todos los estamentos enfermeros han mostrado su indignación y preocupación ante la posible privatización de la Atención Primaria por el auge de un movimiento autodenominado como "Farmacia comunitaria" que, a pesar de no tener respaldo legal alguno, pretende hacer actuaciones de carácter asistencial con los pacientes crónicos tanto en la botica como a domicilio. En este sentido, cabe destacar la clara pretensión de facturar por todos estos servicios a las arcas públicas, a las mutualidades o al propio paciente, tal y como han reconocido públicamente en varias ocasiones. Se trata de actuaciones con pacientes vulnerables que requieren de las garantías de independencia clínica que sólo pueden asegurar las profesiones médica y enfermera. Más si cabe cuando el cuidado de los crónicos es uno de los ejes de la actividad enfermera.

Varias Comunidades Autónomas ya están legislando en este sentido, buscando un supuesto ahorro o mejoras que se basan en estudios de los propios farmacéuticos que no cuentan con rigor científico ni con independencia ni la credibilidad suficiente para validar una iniciativa que va a afectar de lleno al Sistema Nacional de Salud, pilar fundamental del Estado de Bienestar español. Los presidentes han recordado que la especialidad de "farmacia comunitaria" no existe ni tiene respaldo alguno por parte de la legislación española y han recalcado que los especialistas en "Medicina y Enfermería Familiar y Comunitaria" tienen que superar una oposición del Estado y posteriormente estar dos años -cuatro en el caso de los médicos- de residente en el Sistema Nacional de Salud, mientras que un farmacéutico que se hace llamar "comunitario" se autocalifica como tal sin control estatal ninguno.

La Organización Colegial de Enfermería ha criticado duramente a los consejeros de Sanidad de las diferentes Comunidades Autónomas que están entrando en este juego porque están haciendo peligrar el sistema sanitario al dejar en manos de unos establecimientos privados y comerciales la atención que prestan médicos y enfermeros en el marco del sistema público, sobre todo en el ámbito de la Atención Primaria. Además de la carencia de respaldo jurídico y el riesgo para el propio paciente, los modelos de "farmacia comunitaria" que intentan imponer algunos gobiernos regionales suponen una clara invasión de las competencias profesionales.

Madrid, Comunidad Valenciana, País Vasco, Murcia, Castilla-La Mancha y Galicia están dando pasos importantes para sacar del sistema público y de los centros de salud, el seguimiento y control de pacientes crónicos y polimedicados, solicitando el acceso a la historia clínica del paciente y medidas como la revisión de los botiquines domésticos realizada, por parte de personas que se ganan la vida con la dispensación y venta de medicamentos. La complejidad de muchos pacientes exige que sean otros profesionales sanitarios, enfermeros y médicos, quienes pueden garantizar la seguridad y salud de los pacientes sin más interés que su propia deontología profesional.

Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, ha asegurado que "respetamos el importante rol de los farmacéuticos en el marco de la atención al ciudadano, pero esta profesión hermana debe ser consciente de sus límites a la hora de ejercer. Reconocemos que es legítimo tener nuevas aspiraciones profesionales. Sin embargo, ni entendemos ni toleramos que las administraciones públicas, como últimos responsables de la salud de los ciudadanos, entren en este juego y menos si eso implica arriesgar la salud de las personas, menoscabar la legislación vigente o frivolizar acerca de unas supuestas nuevas funciones que son competencia exclusiva y excluyente de las enfermeras y los médicos, sobre todo de las especialidades reconocidas por Ley de Enfermería y Medicina de Familia y Comunitaria".

Autor: IM Farmacias
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