"La ventaja de las farmacias rurales unitarias es que no tenemos que estar en una continua lucha de precios"

¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.

06/04/2018

Rafael Molinos comenzó trabajando como farmacéutico del departamento de Control de Calidad en el Servicio para el Desarrollo del Medicamento de la Universidad de Barcelona. Tras dos años allí, decidió dar un cambio profesional y empezó en la Farmacia Soler i Gornals. Un día le ofrecieron hacerse cargo de la Farmacia ...

Rafael Molinos comenzó trabajando como farmacéutico del departamento de Control de Calidad en el Servicio para el Desarrollo del Medicamento de la Universidad de Barcelona. Tras dos años allí, decidió dar un cambio profesional y empezó en la Farmacia Soler i Gornals. Un día le ofrecieron hacerse cargo de la Farmacia de Castellote y no lo pensó dos veces. "Era la hora de dar un paso más en mi carrera y, tras valorar la propuesta, hice las maletas, y de nuevo volví a mi tierra con mucha ilusión y nervios por enfrentarme a este nuevo proyecto".

Tarea que se convirtió en todo un reto en un municipio de apenas 800 habitantes en el que el farmacéutico es un elemento esencial de la vida del pueblo. "Las farmacias son un negocio público-privado, y a veces echo de menos un poco de apoyo por la parte de la administración pública. Somos los primeros en sufrir recortes, nos revisan las recetas a ver cuál nos pueden devolver, nos retrasan los pagos sin aviso, etc., y recibimos poco a cambio".

Además de su consultorio, Rafael atiende a 300 pacientes de 8 consultorios médicos que se sitúan en los barrios y pueblos de los alrededores. "Mi área de salud se localiza al Este de la provincia de Teruel, consta de 15 consultorios médicos repartidos para 3 farmacias. A mi Farmacia le corresponden 9 de estos consultorios, y reparto los medicamentos a todas estas poblaciones".

Una tarea ardua y compleja teniendo en cuenta el mal estado de las carreteras, la distancia que hay entre unas localidades y otras, y la orografía del terreno. Pero si hay algo que le preocupa profundamente es la sostenibilidad de la farmacia rural en el futuro. "Nos encontramos siempre en una situación de incertidumbre. Las ventas suelen ser más o menos constantes en cuanto a medicamentos, pero nuestro principal problema es la despoblación, que hace que cada año tengamos menos pacientes. Esto, sumado a la bajada constante de precios de los medicamentos, agrava la incertidumbre en cuanto a la viabilidad".

También hay motivos para ser positivos. "La ventaja de las farmacias rurales unitarias es que no tenemos que estar en una continua lucha de precios con nuestros compañeros. Estamos notando que la venta de parafarmacia ha disminuido por las ventas por Internet; esto puede ser tanto un inconveniente como una oportunidad". Muestra de ello son las ventas que obtiene a través de la web: "Hace 6 años abrimos nuestra página online para vender productos de Ortopedia, y gracias a eso las ventas han subido y podemos ofrecer unos precios muy competitivos que permiten fidelizar a nuestros clientes".

Resumiendo, según Rafael, hace falta más dinamismo, innovación y mayor implicación por parte de la administración pública. "Los poderes públicos deben ser conscientes de que el modelo mediterráneo de farmacia en las zonas rurales llegará un día que sea insostenible. En mi opinión, las farmacias de los pueblos acabarán siendo una especie de botiquines". Y nos ofrece algunos datos al respecto: en la provincia de Teruel hay 104 Oficinas de Farmacia, 21 de las cuales son VEC (viabilidad económica comprometida) y dos de ellas han tenido que cerrar por cuestiones económicas.

En palabras de este boticario los principales problemas en el mundo rural son el envejecimiento y la despoblación. "A esto hay que sumarle el tiempo empleado en el reparto de medicamentos fuera del horario comercial, la constante bajada de precios y la práctica cada vez más frecuente de dispensar fármacos en el hospital", se queja, pero al tiempo nos descubre lo que podría ser la solución: "La Administración debe darse cuenta de que no solo dispensamos medicamentos, sino que garantizamos una trazabilidad de éstos, controlamos una correcta caducidad, una posible interacción con el tratamiento, los posibles efectos secundarios, llevamos un seguimiento farmacológico de todos los tratamientos, etc... Me gustaría que nos valorara en la misma medida que lo hacen nuestros pacientes".

 

Autor: IM Farmacias
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