Francisco Manuel Aceituno atesora años de experiencia, primero como boticario adjunto en la farmacia de Manuel Toledano en Navahermosa (Toledo), y luego como titular. Toda esta trayectoria en la farmacia urbana le ha servido para tener una visión muy real de la verdadera labor del farmacéutico. "Yo quería estudiar la carrera ...
Francisco Manuel Aceituno atesora años de experiencia, primero como boticario adjunto en la farmacia de Manuel Toledano en Navahermosa (Toledo), y luego como titular. Toda esta trayectoria en la farmacia urbana le ha servido para tener una visión muy real de la verdadera labor del farmacéutico. "Yo quería estudiar la carrera de Medicina, pero lo que suele pasar en estos casos, la nota de selectividad me hizo decidirme por Farmacia, y después del primer año, la verdad es que me gustó, y me quedé. Siempre he tenido muy presente la parte asistencial, me gusta pensar que ayudo a los demás".
Sentirse útil en su actividad diaria es la mayor satisfacción para este farmacéutico manchego. "Sin duda, lo que más me satisface de mi profesión es el contacto con las personas, poder atenderles y ayudarles cuando más lo necesitan. Echo en falta sobre todo en las zonas rurales poder realizar mi actividad en mejores condiciones y no como reconocimiento, sino como necesidad para una población que debe disponer de las mismas posibilidades, facilidades y acceso a servicios que en las ciudades".
Su botica está enclavada en un pequeño municipio de Guadalajara de poco más de 200 habitantes. Los residentes de Villel de Mesa son en su mayoría mayores polimedicados. "Son personas con importantes necesidades de salud, lo que conlleva que prestemos una atención individualizada a cada paciente para explicarle, por ejemplo, cómo usar su medicación, cuándo y para qué es. Yo lo intento suplir con paciencia y gran profesionalidad ofreciendo un servicio esencial que garantiza la calidad de vida y el bienestar de mis conciudadanos".
Sin embargo, Francisco no es muy optimista en cuanto al futuro. "Creo que, en términos generales, la farmacia no se encuentra en un buen momento, y así lleva desde 2010. Como consecuencia de la crisis se comenzaron a tomar medidas meramente económicas sin tener en cuenta a quién iban a afectar, como ha ocurrido con las farmacias VEC", lamenta, y añade: "Esto, unido a que en 2011 tuvimos que hacer frente a los impagos, ha provocado que la farmacia llegue a una situación extrema. Como resumen diré que en mi farmacia la facturación ha descendido un 40% desde 2010 hasta 2015, y que, si bien es cierto que se está empezando a recuperar, también lo es que esta recuperación se está llevando a cabo de forma mucho más lenta de lo que fue la caída".
Entre las medidas que no ayudan, Francisco señala "las bajadas de medicamentos anuales que establece el Ministerio". Para él el futuro se dirige hacia "la farmacia asistencial y los servicios profesionales farmacéuticos orientados a atender a la población y mejorar su situación, junto a un mayor conocimiento de las enfermedades y de los tratamientos". En este nuevo escenario el farmacéutico debe desarrollar habilidades que permitan dar respuesta a las nuevas necesidades. "No podemos convertirnos en meros dispensadores de medicamentos, debemos aportar mucho más".
Y ante la guerra de precios Francisco tiene una respuesta clara: "Yo en el entorno rural no puedo tener precios altos por el poder adquisitivo de la población, pero tampoco puedo competir en precios con grandes farmacias o supermercados porque mi capacidad de adquisición es mínima. Apuesto por la farmacia asistencial, y es lo que veo día a día, trabajo con una población envejecida y polimedicada que quiere mantener su independencia, y para eso necesita ayuda".
En resumen, los servicios profesionales son la mejor alternativa a la crisis, representan el futuro. "Por supuesto que deben estar remunerados, de lo contrario, dejarían de ser profesionales ya que exigen formación y conocimientos especializados". Nos quedamos con una última reflexión respecto a los recortes: "Considero que deberían haberse repartido no sólo dentro del ámbito sanitario, sino en otros muchos sectores. En ese sentido creo que hemos sido un blanco fácil, es decir, es muy sencillo controlar el gasto farmacéutico con bajadas del precio del medicamento o sacando medicamentos del sistema sanitario, pero hay que tener presente que son medidas rápidas y cortoplacistas".
