Viene de familia farmacéutica. Desde su bisabuelo. Su madre, su tía, sus dos primas y él son farmacéuticos. Javier Santo Tomás es el titular de la Farmacia Colón, en Madrid, muy cercana al Museo de Cera. Además, trabaja en un laboratorio de investigación oncológica relacionada con la microbiota intestinal. En esta ...
Viene de familia farmacéutica. Desde su bisabuelo. Su madre, su tía, sus dos primas y él son farmacéuticos. Javier Santo Tomás es el titular de la Farmacia Colón, en Madrid, muy cercana al Museo de Cera. Además, trabaja en un laboratorio de investigación oncológica relacionada con la microbiota intestinal.
En esta farmacia, potencian la dermo. "La gente lo pide, está concienciada con el cuidado de la piel", indica. Destaca que están "ante un público que se informa, que las preguntas son específicas, que trata muy bien el tema y que busca un tratamiento para la piel muy bueno". Les solicitan mucha dermocosmética y mucho cuidado de piel, para adultos y para niños.
El criterio de Santo Tomás a la hora de seleccionar marcas es que vende en la farmacia los productos que él ha conocido, que le gustan y con los que puede dar un feedback. "No puedo recomendar a alguien un producto que no me ha gustado. Yo utilizo cremas de Avène, de Filorga, de la Roche-Posay. Utilizamos cosmética natural, como la marca Kefi. Su fecha de caducidad es más corta, por utilizar sólo conservantes naturales. Juegan con los olores. Están formuladas por una nariz especial y cada crema tiene un olor especial. Tiene un tónico facial que el poco alcohol que lleva se evapora en el aire. Antes de llegar al contacto con la piel, se ha evaporado. Es 100% natural y vegana. Confío en ella y me diferencio con esta marca", dice. ¿Lo natural está de moda? Responde que "muchas grandes firmas han abusado del consumidor" y por eso ahora hay tanto producto nicho.
Sobre las promociones y descuentos, piensa que, si eres un consumidor asiduo de una marca, te da alegría que "te premien" con una rebaja. A su juicio, la guerra de precios es una cosa diferente. "Internet y farmacia física sí es una guerra de precios. Porque a Internet no le controlan. Yo creo que la atención farmacéutica no es la misma en Internet. En la farmacia, le puedo contar todo de cosmética 100% natural y ver cómo tiene la piel. La farmacia es un punto de información", argumenta. Advierte de que, si en Internet viene un gran jugador, puede echar al pequeño del mercado. Tampoco hay que acostumbrar al consumidor a precios bajos. Santo Tomás fomenta el que son farmacéuticos: "Yo siempre doy un consejo farmacéutico, sin intentar endosar a alguien algo. No voy a vender algo si no creo que lo van a utilizar".
