Esta ampliación de horario responde a la visión que Sarasketa tiene de la atención farmacéutica. “Quiero que mis clientes tengan lo mejor. Quiero vender calidad y confianza, porque vendiendo precio no se puede sobrevivir. Vender una buena experiencia de compra con un buen producto, una buena atención y un buen precio es fundamental”. Para conseguirlo, Sarasketa no solo ofrece una amplia cartera de servicios - “asesoramiento nutricional, en dermocosmética, análisis, atención domiciliaria, ortopedia, seguimiento farmacoterapéutico...”, sino que, además, ha acometido una reforma integral del local para ofrecer el mejor servicio posible.

Sarasketa confió la obra a Tecnyfarma. “Llegó un momento en que la farmacia anterior no era la más cómoda ni para los clientes ni para los trabajadores. Era necesario cambiar”, asegura. En su cabeza tenía la imagen de “una farmacia amplia, en la que mis clientes pudieran tener los mejores productos al mejor precio”.

Además de facilitar la circulación por la zona de exposición, la farmacia Sarasketa cuenta ahora con dos mostradores. El gran salto cualitativo lo ha dado la instalación del robot Farmatrack. “Para optimizar todo el espacio en la planta inferior, solo cabía en la plata superior”, apunta Sarasketa. “Dispone de un brazo con dos pinzas a cada lado, es wireless y no tiene inercias. Ahora hemos puesto la carga en 3D, que optimiza mucho la gestión del espacio, y nos ha permitido llegar a los 12.000 medicamentos almacenados”.

La base de esta farmacia y su espíritu son sus trabajadores. “Uno puede tener la idea, pero si no le siguen, no vale para nada. Todos los cambios que les he propuesto los han aceptado y se han esforzado por adaptarlos. Al robot se han adaptado muy bien”, asegura el boticario.

Con este nuevo espacio, Sarasketa ha puesto en práctica con mucha más comodidad lo que él entiende que debe ser su labor como profesional de la salud. “La farmacia no vende únicamente curación de la enfermedad, sino promoción de la salud. Es más barato y da mejor calidad de vida para todos los ciudadanos”, afirma el farmacéutico, para el que es básico llevar “un estilo de vida saludable, con una buena educación sanitaria, deporte y unas medidas higiénicas adecuadas. Así se llegará a una mejor calidad de vida y, en caso de que llegue la enfermedad, se puede enfrentar de una manera más íntegra. El sistema sanitario está enfocado a curar, pero nosotros queremos promocionar la salud desde unos valores nobles”.

Para Diego Sarasketa, la implantación de la receta electrónica al País Vasco ha sido algo muy positivo. “Me parece muy bien que haya una historia única y que todos los interlocutores sanitarios estemos más coordinados. Se conseguirá un mejor control del paciente, de las enfermedades crónicas, se evitarán las duplicidades...”.

Respecto al copago, el farmacéutico constata la buena aceptación que ha tenido entre sus pacientes. “La gente paga y no pregunta, pero ya no se llevan las medicinas como antes. Ahora se llevan los medicamentos para dos días. Igual hay que hace la reflexión de que lo de antes tampoco era normal. Hemos pasado de un extremo a otro. Hay que encontrar un término medio, una racionalidad”. Pero lamenta que la imagen que puedan ofrecer los farmacéuticos sea de ‘recaudadores’. “No es nuestro trabajo”, asegura.