Además de las enfermedades cutáneas más comunes, como el acné, la dermatitis atópica, la alopecia o la psoriasis; la detección y el tratamiento de lesiones previas a un cáncer de piel son los motivos de consulta más frecuentes al dermatólogo.
En la última década, los avances que más han destacado en cuanto a dermatología se han concentrado, además de en el diagnóstico precoz del melanoma mediante dermatoscopia, al tratamiento con terapia fotodinámica de queratosis actínicas y cáncer cutáneo que no sea melanoma; así como en nuevos tratamientos biológicos para la ...
En la última década, los avances que más han destacado en cuanto a dermatología se han concentrado, además de en el diagnóstico precoz del melanoma mediante dermatoscopia, al tratamiento con terapia fotodinámica de queratosis actínicas y cáncer cutáneo que no sea melanoma; así como en nuevos tratamientos biológicos para la psoriasis y, más recientemente, en nuevos tratamientos para el melanoma metastásico.
Esta es la opinión de la Dra. Mª Elena de las Heras, doctora en Medicina y Cirugía y facultativo especialista de dermatología en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, quien además es profesora asociada del departamento de medicina de la Facultad de medicina de la Universidad de Alcalá de Henares. Especializada en la detección precoz del melanoma y en el control de nevus (lunares) con dermatoscopia en pacientes con múltiples nevus, nos cuenta de dónde nació este interés. “Mi vocación como dermatóloga surgió en 5º de Medicina en la Facultad de Alicante, gracias a los dermatólogos que nos daban clase y que trabajaban en el hospital; de hecho recuerdo que ese verano amplié mis prácticas viendo pacientes de dermatología. Desde el inicio de mi especialidad MIR, me sentí interesada por el diagnóstico precoz de melanoma, y de hecho mi tesis doctoral versó sobre los factores pronósticos de supervivencia en una serie de más de 500 pacientes del Hospital Ramón y Cajal”.
A medida que la información sobre los daños que produce el sol ha sido más difundida, también la población ha comenzado a concienciarse de que es necesario tomar las precauciones adecuadas. “Los rayos UVA pueden producir envejecimiento prematuro y cáncer cutáneo. En todos estos años, he intentado transmitir a mis pacientes la importancia del diagnóstico precoz, en especial en aquellos de más riesgo (con múltiples lunares, y/o con antecedentes personales o familiares de melanoma) pero también en pacientes que acudían por otros motivos de consulta dermatológica”.
