Un estudio en gemelos y mellizos demuestra que, además del estilo de vida, la genética juega un papel fundamental en el desarrollo de las lumbalgias crónicas.
La relativa contribución de la predisposición genética a este problema tan común ha sido investigada en 105 pares de hermanos mono- y heterocigotos de los que un 55% sufría lumbalgia crónica (LC). El estudio, llevado a cabo en la Universidad de Sidney, muestra que la LC tiene un grado de ...
La relativa contribución de la predisposición genética a este problema tan común ha sido investigada en 105 pares de hermanos mono- y heterocigotos de los que un 55% sufría lumbalgia crónica (LC). El estudio, llevado a cabo en la Universidad de Sidney, muestra que la LC tiene un grado de heredabilidad del 32%, un valor comparable al determinado en otros estudios para el autismo (36%) o la depresión (42%). El componente genético se hace particularmente manifiesto con la observación de que, en comparación con los mellizos, un individuo tiene una probabilidad 5 veces mayor de padecer LC si su gemelo ya la presenta.
La valoración del estilo de vida de 38 pares de gemelos en los que sólo un individuo presentaba LC confirma que aquél también tiene un importante impacto, si bien refuta que el ejercicio en general siempre prevenga la LC. La prevalencia de la LC aumenta con el tiempo de sedentarismo (5 horas al día o más) y con una actividad física intensa que involucre movimientos de torsión o agacharse, pero no con la práctica de ejercicio físico moderado en los que la espalda tiende a mantenerse recta, como es el caso del jogging o la natación.
