En el Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP), del 5-7 de Junio en Madrid y durante el simposio “La importancia del cuidado de la piel del recién nacido”.
“Nuestra finalidad es informar adecuadamente a los padres para el cuidado de rutina de sus bebés. Por ello, los profesionales debemos trasladarles recomendaciones coherentes y fruto de los estudios clínicos que se han realizado hasta la fecha”. Con este objetivo, la Dra. Alicia Mirada Vives, coordinadora de la Unidad de ...
“Nuestra finalidad es informar adecuadamente a los padres para el cuidado de rutina de sus bebés. Por ello, los profesionales debemos trasladarles recomendaciones coherentes y fruto de los estudios clínicos que se han realizado hasta la fecha”. Con este objetivo, la Dra. Alicia Mirada Vives, coordinadora de la Unidad de Neonatal del Hospital Universitari Mutua Terrasa participa hoy en el congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP), en el que se celebra un simposio titulado “La importancia del cuidado de la piel del recién nacido”, que cuenta con la colaboración de Johnson’s Baby y en el que se tratarán diversos temas relacionados con los cuidados de la piel sana del bebé.
La experta ha participado en la revisión sistemática de diversos estudios que han servido de referencia para la elaboración de la “Guía de cuidados de la piel del recién nacido y del bebé”. Recientes investigaciones han demostrado que existen diferencias entre la piel adulta y la del bebé y que la función barrera de la piel del recién nacido necesita madurar antes de adquirir su pleno funcionamiento, por lo que esto debe ser tenido en cuenta en el cuidado de su piel.
En este sentido, la Dra. Mirada apunta a que la piel de los bebés “es más fina, tiene menos capas que lo protegen y las células que la forman están más separadas. Esto hace que el agua se absorba más y se pierda más e influye en su sistema de barrera y su elasticidad. Además, durante el primer mes de vida, no puede existir sudoración. Todas estas características, requieren de unos cuidados específicos”.
El baño, además de formar parte del cuidado e higiene del bebé, implica un momento de contacto íntimo entre los padres o cuidadores y el bebé. Al respecto del mismo, la evidencia científica indica que el debe realizarse durante las primeras semanas de vida un máximo de 2 ó 3 veces a la semana con una duración aproximada de cinco minutos.
