La principal preocupación de las farmacias aragonesas es todo lo relacionado con la situación económica, así como los proyectos legislativos en marcha.
El constante descenso de los precios de los medicamentos ha hecho que el importe de la facturación se haya reducido drásticamente. Aproximadamente un 20% de media en los dos últimos años, tal y como nos comenta el presidente del COF Huesca desde el año 2000, Carlos Lacadena Azpeitia. “Por otro ...
El constante descenso de los precios de los medicamentos ha hecho que el importe de la facturación se haya reducido drásticamente. Aproximadamente un 20% de media en los dos últimos años, tal y como nos comenta el presidente del COF Huesca desde el año 2000, Carlos Lacadena Azpeitia. “Por otro lado, el retraso que estamos sufriendo en el abono de las recetas facturadas al Servicio Aragonés de Salud desde octubre de 2012, nos está obligando a pedir créditos bancarios para hacer frente a los pagos a la distribución, lo cual también merma la rentabilidad. La suma de ambos conceptos hace que la situación económica sea cada vez más preocupante, aumentando cada año el número de farmacias VEC, que ya supone el 15% del total de farmacias de la provincia”. A estos problemas se suman el de la despoblación y el del envejecimiento, y no solo en el medio rural.
En opinión de Lacadena, el importe de la factura farmacéutica a través de las oficinas de farmacia cada vez tiene menos peso dentro del presupuesto de las consejerías de salud, y sin embargo es el aspecto en el que se sigue incidiendo a la hora de recortar. “Solo hay que ver como los presupuestos destinados a las consejerías apenas disminuyen, y sin embargo se recortan de forma importante los de la farmacia comunitaria. Las consejerías deberían empezar a plantearse cómo reducir el presupuesto del resto de capítulos y además, conseguir optimizar mucho más esos recursos, como lo está haciendo la sanidad privada, cuyo costo para los usuarios que así la elijen es mucho menor que la pública, que es obligatoria”.
A la vista de los resultados que se están obteniendo, el presidente solo ve como vía posible la incentivación económica para reducir el capítulo IV de los presupuestos, el de la farmacia comunitaria. Para él, el futuro es conseguir implantar en las farmacias nuevos servicios, o mejor dicho, que esos servicios sean remunerados.