Un análisis longitudinal en más de un millón de personas evalúa la relación entre los ácidos grasos poliinstaurados y la muerte por esta enfermedad.
El estudio analizó los hábitos dietarios y nutricionales de 5 cohortes de individuos desde el año 1976, con una proporción similar de hombres y mujeres. A lo largo del período de seguimiento, que osciló entre los 9 y 24 años, 995 personas murieron como consecuencia de esclerosis lateral amiotrófica (ELA). ...
El estudio analizó los hábitos dietarios y nutricionales de 5 cohortes de individuos desde el año 1976, con una proporción similar de hombres y mujeres. A lo largo del período de seguimiento, que osciló entre los 9 y 24 años, 995 personas murieron como consecuencia de esclerosis lateral amiotrófica (ELA). El consumo de ácidos grasos poliinstaurados omega 3 se asoció a una reducción del riesgo de muerte por ELA del 34%, mientras que el consumo de omega-6 no tuvo ningún impacto.
La reducción de riesgo se asoció, tanto al consumo de ácido alfa linolénico como al de omega 3 de origen marino y fue independiente de la edad, tabaquismo, suplementación con vitamina E, consumo de carotenoides o índice de masa corporal. El ácido alfa linolénico presenta propiedades neuroprotectoras in vitro e in vivo. Además de su efecto individual, puede ser convertido en eicosapentanoico y docosahexanoico. Este último presenta, igualmente, actividad neuroprotectora induciendo la producción de la proteína anti-inflamatoria y antioxidativa neuroprotectina-1, la cual previene la activación microglial por citoquinas proinflamatorias.
El diseño del estudio sólo permitió determinar la muerte por ELA en lugar de su incidencia, por lo que es posible que los omega 3 no reduzcan el riesgo de padecer la enfermedad, sino su progresión. Sin embargo, dadas las pocas opciones de tratamiento disponibles actualmente para la ELA, la suplementación con omega 3 puede suponer una opción terapéutica a considerar.
