"La crisis tiene que servirnos para reflexionar y proponer planes para nuestro futuro"

El asunto que más preocupa a los farmacéuticos en el País Vasco es la sostenibilidad de la farmacia y del actual modelo sanitario español, dada la situación de incertidumbre creada por la actual situación económica.

31/07/2014

En el País Vasco cuentan actualmente con 3.200 colegiados, 1.004 de ellos en la provincia de Gipuzkoa. Los actuales recortes del gasto farmacéutico impulsados por los gobiernos central y autonómico les afectan de manera muy similar al resto de oficinas de farmacia de otras autonomías, y a nivel económico el ...

En el País Vasco cuentan actualmente con 3.200 colegiados, 1.004 de ellos en la provincia de Gipuzkoa. Los actuales recortes del gasto farmacéutico impulsados por los gobiernos central y autonómico les afectan de manera muy similar al resto de oficinas de farmacia de otras autonomías, y a nivel económico el rendimiento se ha retraído a niveles del año 2004.

Hablamos con Ángel Garay, presidente del COF Gipuzkoa desde el año 2010, quien nos habla de la situación de las farmacias en su comunidad. “No hay diferencias entre farmacias urbanas y rurales. La Ley de Ordenación Farmacéutica del País Vasco estableció una planificación de las farmacias teniendo en cuenta, entre otros fundamentos, la sostenibilidad de las farmacias. De ahí que solo en municipios de más de 800 habitantes cuentan con oficina de farmacia, el resto pueden contar con botiquín. En nuestra autonomía solo tenemos una farmacia VEC”.

En su opinión, las diferencias, más que el binomio urbano/rural, vienen dadas por el nivel de facturación, en el que encontramos tanto farmacias urbanas como rurales con niveles muy bajos. Por otra parte, añade que “también debemos tener en cuenta que en nuestra autonomía a mayor número de recetas facturadas es mayor la exigencia legal de contratación de farmacéuticos adjuntos”.

Desde el COF defienden que la manera de contribuir a la sostenibilidad del sistema sanitario desde la profesión farmacéutica pasa por la plena integración de la farmacia comunitaria en el sistema sanitario asistencial, desarrollando una estrategia farmacéutica para los pacientes crónicos y poniendo el foco en la asistencia farmacéutica en el espacio sociosanitario. En este sentido, Garay apunta que “la crisis que padecemos y que tan brutalmente ha afectado también a la farmacia tiene que servirnos para reflexionar y proponer planes para nuestro futuro profesional. De la crisis saldremos con “más profesión”. Debemos pensar en la farmacia del siglo XXI”.

Y para ello las claves son un ejercicio profesional centrado en el paciente, integrado en el sistema sanitario, proporcionando un acceso al medicamento ágil, equitativo y seguro, interviniendo en el proceso de uso del medicamento y aplicando metodologías contrastadas de seguimiento farmacoterapéutico.

Para el presidente, lo mejor de ser farmacéutico es “poder intervenir en mejorar la salud de los pacientes”. Y no quiere despedirse sin destacar que “es importante potenciar la unión de los farmacéuticos, con independencia de las modalidades en las que se ejerza, como herramienta para generar sinergias en beneficio de la salud de nuestros conciudadanos haciendo una farmacia mejor, más eficiente y que contribuya a la sostenibilidad del sistema sanitario”

Autor: IM Farmacias
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